martes, 21 de octubre de 2008

Cáncer de mama, el tumor que más afecta a las mujeres


Cada año se detectan más casos en España, pero el número de fallecidas desciende gracias a los avances médicos y al diagnóstico precoz

Con mucha frecuencia se oye o lee información esperanzadora sobre el cáncer de mama: nuevos avances diagnósticos, nuevos tratamientos, mayor conocimiento del mal y adelantos de la investigación genética que, sin duda, permiten que cada día aumente el número de mujeres libres de la enfermedad o de recaídas tras el tratamiento. A pesar de ello, el cáncer de mama sigue representando un serio problema de salud pues, cada año, más de 5.000 mujeres fallecen por su causa y aparecen unos 15.000 nuevos casos de este tumor entre las mujeres españolas.

Cáncer con esperanza

En un día como hoy, el Día Internacional del Cáncer de Mama, todas las miradas apuntan a una sola dirección: este mal y quienes lo sufren. Los expertos recuerdan que se trata del tumor más habitual entre las mujeres españolas (afecta aproximadamente a entre un 20% y un 25% de la población femenina), es la primera causa de muerte por cáncer en España y el tumor maligno más frecuente en el mundo después del cáncer de pulmón.

Estos datos sitúan y mantienen al cáncer de mama, desde hace años, en el primer lugar entre los tumores que padece la población femenina española. Estas cifras han sufrido cambios en los últimos tiempos que hay que valorar muy positivamente: cada año el número de casos aumenta y el número de fallecidas desciende. Esto se debe a múltiples causas, entre las que destacan los programas para la detección precoz y los éxitos de tratamientos oncológicos cada vez más eficaces.

Gracias a los avances médicos y a la concienciación de la población española sobre la importancia de un diagnóstico precoz, España se encuentra entre los países europeos con tasas más bajas de cáncer de mama.

Estructura de la mama

La mama es una glándula y su función principal es la producción de la leche materna durante el periodo de lactancia. Su estructura está organizada de acuerdo a esta función principal. La producción de la leche tiene lugar en glándulas de pequeño tamaño (pequeños sacos) que se agrupan para formar lobulillos y estos, a su vez, se agrupan para formar lóbulos de mayor tamaño.

A pesar de los grandes avances médicos, cada año más de 5.000 mujeres españolas fallecen de cáncer de mama y aparecen 15.000 nuevos casos

Estos lóbulos y lobulillos están conectados por un sistema de canales denominados ductos o conductos galactóforos, por donde circula la leche materna, que van confluyendo en una estructura que recuerda racimos de uvas (cada vez con mayor diámetro), hasta alcanzar el pezón. Además del tejido glandular, se encuentran otras estructuras que dan soporte, forma y tamaño a este conjunto, como el tejido graso.

La glándula mamaria sufre muchos cambios a lo largo de la vida de la mujer, durante los ciclos menstruales y durante el embarazo y la lactancia, básicamente debidos a los diferentes niveles de hormonas femeninas. Por todo ello y por su principal función, la mama necesita un gran aporte de oxigeno, función que lleva a cabo una importante red de vasos sanguíneos que trasportan la sangre necesaria a la glándula. Además de estos vasos, la mama tiene una enorme cantidad de vasos linfáticos, los responsables del transporte de la linfa hacia los ganglios linfáticos.

Diferentes fases del tumor

Cuando aparece un cáncer de mama, casi siempre lo hace en el tejido glandular (adenocarcinoma) y más concretamente en los ductos o conductos galactóforos (carcinoma ductal). Las células de las paredes de estos conductos comienzan a multiplicarse de forma descontrolada tras algún mecanismo que lo desencadena. Cuando este crecimiento de células queda contenido entre las paredes de los conductos -primera fase del tumor- se le conoce como carcinoma ductal in situ.

El carcinoma ductal in situ es un tumor muy localizado, en etapas muy tempranas de su desarrollo que, al estar limitado entre las paredes y membranas de los conductos, no se ha extendido a otras zonas ni tiene, por lo general, aún capacidad para invadir los tejidos de su alrededor ni producir metástasis a distancia. Se trata de un carcinoma ductal infiltrante o invasivo cuando las células tumorales son capaces de atravesar la membrana que separa a los conductos de los tejidos que los rodean y se extienden por ellos. Entonces, el tumor crece y entra en contacto con vasos sanguíneos y linfáticos.

En este punto, cuando las células tumorales llegan a los vasos y ganglios linfáticos, aparecen las metástasis ganglionares. Es frecuente su localización en las cadenas de ganglios axilares y por encima de las clavículas. Este tipo de afectación es habitual, pues casi la mitad de las mujeres con un cáncer de mama la tienen en el momento del diagnóstico. A través de estos vasos, las células tumorales pueden viajar a distancia y extender el tumor a otras zonas del cuerpo. Se trata de las llamadas metástasis a distancia. Las más frecuentes son las óseas y las que afectan a órganos como el pulmón, el hígado o el cerebro.

Las metástasis a distancia en el cáncer de mama suelen aparecer cuando se sufre una recaída, en años posteriores al diagnóstico y, por lo tanto, tras haber realizado tratamiento, o en aquellos tumores sin diagnosticar que llevan mucho tiempo de evolución y están muy avanzados localmente. Encontrar este tipo de metástasis en el momento del diagnóstico es poco frecuente.

Otro tipo de cáncer de mama que aparece en los lobulillos o lóbulos de la glándula mamaria, y no en los conductos, es el llamado carcinoma lobular. Cuando se halla localizado sólo en los lóbulos se denomina carcinoma lobular in situ; cuando se extiende a tejidos cercanos recibe el nombre de carcinoma lobular infiltrante o invasivo, aunque no es usual que esto suceda. Una vez producido un carcinoma lobular infiltrante o invasivo, puede desarrollar metástasis como en el caso del carcinoma ductal.

Otro tipo de tumor mamario, aunque poco corriente, es el carcinoma inflamatorio. Agresivo y de rápido crecimiento, se caracteriza por un enrojecimiento de la piel de la mama, un aumento de su temperatura y la aparición de arrugas, piel gruesa y granulosa parecida a la piel de naranja, debido a la falta de drenaje linfático provocado por el mismo tumor.

Factores de riesgo

No hay una causa clara que determine la aparición de un cáncer de mama, pero sí se conocen algunos aspectos que aumentan las posibilidades de padecerlo, lo que se conoce por factores de riesgo. Entre los agentes intrínsecos más conocidos, aunque algunos controvertidos, se encuentran:

El sexo: el cáncer de mama afecta principalmente a mujeres; aunque no es imposible en hombres sí es poco probable.

La edad: una edad avanzada conlleva mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Cerca del 60% de los tumores de mama afectan a mujeres mayores de 60 años y el porcentaje todavía aumenta más a partir de los 75 años.

La genética: los últimos años se han identificado dos genes relacionados, BRCA1 y BRCA2. Cuando estos sufren una mutación existe una mayor posibilidad de padecer un cáncer de mama. Hay familias portadoras de estas mutaciones, lo que aumenta considerablemente el riesgo de padecer un cáncer de mama, que algunos estudios sitúan entre un 50% y un 80%. A estos genes se le añaden otros que combinados entre sí pueden acrecentar el riesgo como es el caso del BARD1, un gen hallado en ciertas poblaciones europeas, que cuando se combina con el BRCA2 aumenta aún más la probabilidad. No obstante, ser portadora de estos genes no significa desarrollar un cáncer de mama con toda seguridad. Sólo entre un 5% y un 10% de los cánceres de mama son de origen hereditario.

Los antecedentes familiares: al margen de mutaciones identificadas, cuando un familiar de primer grado (madre, hija o hermana) ha sufrido un cáncer de mama, aumenta entre el 20% y el 30% el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Debido a las variantes genéticas y a factores ambientales, no todas las poblaciones muestran la misma susceptibilidad

Los antecedentes personales: haber padecido un cáncer de mama aumenta el riesgo de padecer otro en la misma mama o en la otra. Respecto a la enfermedad benigna de la mama, parece que puede aumentar el riesgo de cáncer en algunos casos.

El grupo étnico: según se ha observado, las mujeres caucásicas tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de mama.

Los factores hormonales: las mujeres que tuvieron la primera menstruación en edad temprana (antes de los 12 años) o la menopausia en edad tardía (mayores de 55 años) tienen más riesgo de padecer esta enfermedad. Las mujeres que no han tenido embarazos ni hijos biológicos (nulíparas) o los han tenido tarde (mayores de 30 años) también tienen mayor riesgo. La lactancia materna que se suponía protectora frente al cáncer de mama, hoy por hoy, no está identificada como tal. Se cree que los beneficios son atribuibles al propio embarazo. El aborto, sea espontáneo o voluntario, no se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama. En relación a la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) para aliviar los síntomas de la menopausia, genera cierta controversia. Los estudios científicos no son del todo concluyentes, pero es probable que la THS, utilizada durante años, pueda aumentar el riesgo de sufrir cáncer de mama. De la misma manera, el uso prolongado de anticonceptivos, también suscita cierta polémica. Hay estudios científicos que afirman no haber demostrado que haya ninguna relación con el cáncer de mama, mientras que otros sugieren algún vínculo.

Los factores ambientales: algunas investigaciones señalan que no todas las poblaciones muestran la misma susceptibilidad ante el cáncer de mama. Esto se puede deber a la suma de variantes genéticas y a factores ambientales. El hecho de que el cáncer de mama sea más frecuente en pacientes de clase social alta, más en zonas urbanas que rurales, y haya mayor incidencia en aquellos países donde el ritmo de vida es parecido al del mundo occidental puede apoyar esta idea. Temas como la dieta o la detección de alimentos que pueden proteger o aumentar el riesgo de cáncer de mama han sido muy discutidos, aunque sí parece estar relacionado con un mayor riesgo de padecer un cáncer de mama el exceso de peso. El papel de las dietas ricas en grasas o del tabaco en principio queda claro, aunque todavía no se conoce exactamente el motivo o mecanismo. El consumo de alcohol durante años y en grandes cantidades está claramente relacionado con un elevado riesgo de padecer este y otro tipo de cáncer.

Hay otros factores que hay que tener en cuenta y que aumentan el riesgo a sufrir un cáncer de mama, como por ejemplo el tratamiento de radioterapia en el área torácica recibido por mujeres antes de los 30 años. A menor edad, mayor es el riesgo. Las mujeres que tienen las mamas más densas también tienen un mayor riesgo. Pero no se ha identificado relación con el tamaño de las mamas.

PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ

Algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares, la genética, la edad o el grupo étnico no se pueden evitar. Pero otros pueden tenerse en cuenta para la prevención de esta enfermedad. Los especialistas recomiendan evitar el alcohol y el tabaco, hacer ejercicio de forma moderada y seguir una dieta mediterránea sana, especialmente baja en grasas. Pero, sobre todo, insisten en el papel clave del diagnóstico precoz del cáncer de mama mediante mamografías de cribado en las mujeres asintomáticas.

El cáncer de mama no duele ni produce molestias hasta que no crece, por lo que realizar el diagnóstico antes de que aparezcan síntomas es clave para disminuir la mortalidad y llegar a las cifras de supervivencia de los últimos cinco años, próximas al 90% (cifra más alta que la media europea). En este caso, el tratamiento se instaura en su fase más precoz. Para disminuir la mortalidad, a este diagnóstico se le suman, por supuesto, las terapias utilizadas, mejor aplicadas y optimizadas. Para ello se precisa de una población concienciada de la importancia de las revisiones y del papel fundamental de este cribado.

A pesar de que una prestigiosa revista médica puso en entredicho la utilidad de las mamografías como herramienta de detección precoz de esta enfermedad, los especialistas siguen sosteniendo que su valor diagnóstico es indiscutible hoy por hoy y se traduce claramente en un descenso de la mortalidad. Cuando el cáncer de mama evoluciona pueden aparecer bultos palpables, cambios de forma y tamaño del pecho, retracción o secreción líquida por el pezón.

También puede haber cambios en la piel de la mama o algún bulto en un ganglio (axila, por ejemplo). Es fundamental la autoexploración y que al apreciar alguno de estos cambios, la mujer acuda al médico para que se le haga un diagnóstico correcto lo más rápidamente posible.

Tratamiento combinado

El tratamiento del cáncer de mama es multidisciplinar, es decir, precisa de la combinación de varias disciplinas terapéuticas para conseguir un control eficaz de la enfermedad. Estas modalidades son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, el uso de hormonas y la terapia molecular. Dependiendo del estadio en el que se encuentre el tumor y los factores de riesgo de la mujer, el tratamiento y las posibilidades de supervivencia variarán.

Hay que valorar el tamaño del tumor, la afectación del tejido que lo rodea, la afectación de ganglios y la presencia de metástasis. Las dos primeras, cirugía y radioterapia, inciden concretamente sobre el tumor y los ganglios linfáticos, y constituyen el tratamiento de elección en la enfermedad localizada no metastásica. Las otras modalidades actúan tanto localmente como en todo el organismo, lo que se denomina tratamiento sistémico.

La cirugía es importante no sólo para extirpar y controlar localmente la enfermedad, sino también para determinar las características del tumor y valorar la afectación ganglionar. La cirugía ha cambiado durante los últimos años y cada vez se realizan intervenciones más conservadoras de la mama, en parte gracias también a que cada vez se diagnostica más precozmente, por lo que los tumores tienen menor tamaño y están más localizados.

Según el tamaño del tumor se realizará un tipo de intervención más o menos radical, que puede ir desde la extirpación única del tumor y la zona de su alrededor para asegurar que los tejidos que se encuentran alrededor del tumor no estén afectados, hasta la extirpación completa de la mama (mastectomía). Durante la intervención se realiza una biopsia del ganglio centinela. Este ganglio linfático es el primero de toda la cadena ganglionar que recibe la linfa de la zona del tumor, de forma que si está afectado, se procede a extirpar la cadena ganglionar (linfadenectomía). Si el ganglio centinela no está afectado, no habrá metástasis ganglionar y, por tanto, se podrán preservar los ganglios.

Los tratamientos cada vez serán más específicos a las características del tumor de cada paciente con menos efectos secundarios

La radioterapia consiste en una potente radiación que elimina o disminuye las células cancerosas que pudieran quedar tras una cirugía. Por lo general, la radioterapia actual obtiene excelentes resultados en el control local de la enfermedad (en más del 90% de los casos). Habitualmente dura entre cinco y siete semanas. Ahora se están realizando estudios con nuevas pautas de radioterapia diferente a los protocolos actuales, para acortar los tiempos de irradiación e intervenir en zonas cada vez más concentradas, repartiendo las dosis de radiación de manera diferente.

De esta forma se trastorna menos a las pacientes, ya que la radioterapia, "per se", implica muchos desplazamientos y, sobre todo en mujeres de edad avanzada, pueden suponer un gran problema. Así, se pueden concentrar mayores dosis de radiación, pues los efectos negativos son sólo a largo plazo, básicamente locales y estéticos, lo que en pacientes mayores no supondría un problema.

Además, pautas de radioterapia más cortas permitirían mayor flexibilidad en los tratamientos de quimioterapia, introduciendo cómodamente este procedimiento en la secuencia temporal entre la cirugía y la quimioterapia, e incluso realizando radioterapias localizadas directamente en los lechos tumorales durante las mismas operaciones quirúrgicas. Sin embargo, los especialistas están de acuerdo que son necesarios estudios que confirmen estos datos y que garanticen que los resultados y la eficacia de estas nuevas pautas sean las mismas a las actuales.

La quimioterapia consiste en fármacos que destruyen las células del tumor. Las pautas de tratamientos de quimioterapia suelen combinar varios fármacos con la idea de atacar al tumor desde varios frentes, bien sea alterando o frenando el ciclo de crecimiento o división de las células, bien eliminando la formación de vasos sanguíneos que el tumor crea a su alrededor para alimentarse y recibir oxígeno, o bien gracias a otros mecanismos de acción. Hay diferentes protocolos y pautas de quimioterapia dependiendo de múltiples factores. Estos fármacos están en continua evolución y hay numerosos ensayos clínicos que permiten encontrar fármacos cada día más eficaces.

En ocasiones el tratamiento se administra antes de la cirugía, con la idea de disminuir el tamaño del tumor hasta que permita una cirugía menos radical, pero dependerá de cada caso. El tratamiento tras la cirugía se realiza con la idea de eliminar las células que puedan quedar en el organismo, como cuando hay afectación de los ganglios.

La quimioterapia, por propia definición tiene multitud de efectos secundarios. Debemos pensar que su finalidad es actuar contra el ciclo vital de las células del organismo con la intención de destruirlas. Al margen de las tumorales, otras células también sufren las consecuencias de estos fármacos y de ahí los temidos efectos secundarios de la quimioterapia: nauseas y vómitos, caída del vello y cabello, perdida de apetito, bajada de defensas y mayor vulnerabilidad a infecciones, hematomas por la disminución de plaquetas, llagas en la boca y otras mucosas, y cansancio, entre otros.

Atacar las moléculas tumorales

No todos los tumores relacionados con el cáncer de mama presentan el mismo patrón genético ni la misma evolución clínica. Por este motivo, muchas de las investigaciones actuales que se están llevando a cabo parten de las características moleculares de los tumores y van orientadas a mejorar la efectividad de los tratamientos quimioterápicos. Asimismo, buscan los mecanismos que hacen a las células cancerígenas resistentes a estos fármacos para conseguir que éstas sean más vulnerables a los tratamientos, minimizando los efectos secundarios y, sobre todo, intentando con el tiempo ofrecer a las pacientes tratamientos cada día más personalizados y más adecuados a las características del tumor.

Es el caso del factor nuclear (NF)-8B descubierto recientemente y todavía en estudio. Este factor activado predice una respuesta a la quimioterapia del 20% y si está desactivado ésta aumenta hasta un 91%. Esto permite predecir la respuesta del cáncer de mama a la quimioterapia antes de su inicio, y abre posibilidades de tratamiento buscando la forma de incidir sobre este factor nuclear (NF)-8B, desactivándolo y favoreciendo el efecto de la quimioterapia.

El factor nuclear (NF)-8B en el cáncer de mama ostenta una posición clave como diana de nuevos tratamientos, ya sea para conocer su existencia, predecir "a priori" la mala respuesta a la quimioterapia y evitar tratamientos que no aporten grandes beneficios a las pacientes pero sí muchos efectos secundarios, o bien para poder bloquear previamente este factor al inicio del tratamiento y aumentar así su eficacia.

El cáncer de mama se clasifica en unos subtipos según criterios genéticos y celulares. Cada subtipo se corresponde con su pronóstico y resultados clínicos. Uno de esos cinco subtipos es el conocido como HER2. Actualmente, el cribado para el HER2 de rutina en el cáncer de mama es indiscutible y, aproximadamente, una de cada cuatro pacientes con cáncer de mama son HER2 positivas. La aparición de tratamientos con anticuerpos monoclonales anti-HER2 también ha cambiado las opciones de estas afectadas, pues las últimas investigaciones realizadas afirman que puede reducir un 46% el riesgo que el cáncer de mama reaparezca tras el tratamiento.

TRATAMIENTO HORMONAL

El tejido de las glándulas mamarias es muy sensible a los cambios hormonales y, por lo tanto, el crecimiento de las células cancerosas en esta localización también. Los fármacos que bloquean la acción de las hormonas son otro frente de tratamiento para el cáncer de mama. Son especialmente útiles en aquellas pacientes que tienen receptores hormonales positivos. Hay varios tipos de fármacos y tienen unos efectos secundarios similares a los síntomas de la menopausia.

Todos estos tratamientos han conseguido ser eficaces en numerosos casos: muchas mujeres que sobreviven a un cáncer de mama y el número parece aumentar día tras día. Aunque las cifras son optimistas -el 85% de las enfermas, el 90% si el diagnóstico se realiza gracias a un programa de cribado, están libres de enfermedad a los cinco años-, lamentablemente pasado este periodo todavía hay recaídas. La posibilidad de recaer depende de muchos factores, pero es mucho mayor en aquellos tumores que en el momento de su diagnóstico se encuentran en estadios más avanzados y en los que tienen características biológicas más agresivas.

La mortalidad por cáncer de mama representa el 16% de todas las mujeres fallecidas por cáncer en España -unas 5.000 mujeres cada año- y el 3% del total de fallecimientos entre las mujeres. A pesar de estas cifras, los expertos son optimistas, ya que las cifras van disminuyendo progresivamente. Gracias a los nuevos tratamientos, cada día más eficaces, a los avances en la investigación genética y a la detección precoz las cosas están cambiando.

lunes, 20 de octubre de 2008

Alimentos funcionales para mayores

El desarrollo de productos beneficiosos para la salud intestinal de los ancianos se plantea como una ayuda en la prevención de enfermedades y una mejora de su calidad de vida

En Europa, las personas viven más tiempo y la media de edad sigue aumentando año tras año, por lo que conjugar salud y longevidad es actualmente una prioridad social y sanitaria. En el mantenimiento de una buena salud, el colon y su microflora desempeñan un papel esencial. Un colon que funciona bien ayuda a evacuar con frecuencia, evita inconvenientes como el estreñimiento y reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer colorectal.

La microflora se compone de una gran diversidad de bacterias, muchas de las cuales no se han caracterizado todavía, razón que ha dado lugar a la realización de estudios sobre la composición de la flora intestinal según los diferentes grupos de edad (adultos y ancianos).

Uno de estos trabajos científicos se ha desarrollado en el marco del proyecto europeo Crownalife (que deriva de "Crown of life" o "corona de la vida", como se conoce también a la tercera edad), en el que se ha investigado sobre el efecto del consumo de alimentos funcionales en la salud intestinal de los mayores. Para lograr los objetivos del proyecto ha sido necesario identificar, cuantificar y conocer más a fondo la microflora del colon y su relación con la salud en la última etapa de la vida.

Alimentos funcionales y salud intestinal

Con la edad se altera el ecosistema intestinal, lo que favorece la mala absorción de nutrientes como la vitamina D o el calcio

Uno de los objetivos del proyecto Crownalife ha sido comprobar la eficacia de la administración de alimentos funcionales en la dieta de los ancianos. En los estudios realizados en humanos se ha demostrado que la administración de una preparación simbiótica compuesta por un probiótico, el Bifidobacterium animalis DN-173 y un prebiótico, el Beneo TMSynergy1, incluido en la alimentación de personas mayores durante un período de cuatro meses, moduló el "microbioma" del digestivo dando lugar a bienestar intestinal y mejorando la calidad de vida de los voluntarios con los que se hizo el estudio.

En nuestro intestino viven habitualmente más de 100 billones de microorganismos que nos ayudan a digerir y asimilar numerosos nutrientes. Parece ser que nuestro bienestar depende en gran parte del "microbioma" o ecosistema de bacterias que habita la parte más distal de nuestro tracto digestivo. Según los propios investigadores, la preparación simbiótica puede disminuir los niveles de distintos factores de riesgo potenciales del cáncer colorrectal.

A partir de los resultados del proyecto Crownalife, se han elaborado diferentes recomendaciones tanto para la comunidad científica como para el sistema sanitario europeo y la industria alimentaria de nuestro continente. En el ámbito científico, una de las conclusiones principales es que se necesita más investigación que aclare el vínculo entre los hábitos alimentarios y los parámetros funcionales de riesgo de cáncer colorectal en los mayores y, más allá, validar la aplicación de ingredientes funcionales en la dieta con el fin de reducir estos riesgos. A su vez, se alienta a las empresas del sector alimentario a que desarrollen alimentos funcionales dirigidos a este grupo social de una edad avanzada y con necesidades nutricionales muy específicas.

Microbioma intestinal, factor clave en la vejez
El 20% de la población europea tiene más de 60 años y en el año 2020 se calcula que esta proporción aumentará hasta el 25%, de la cual unos 30 millones de personas tendrán 80 años o más. La adaptación específica de la alimentación al proceso de envejecimiento ha sido una de las claves que se han abordado en el proyecto Crownalife, coordinado por el Instituto Nacional de la Investigación Agronómica de Jouy-en Josas (Francia) y que relaciona nutrición específica y salud intestinal.

El contexto alimentario de los mayores es complicado; existen numerosos factores fisiológicos, psicológicos o socioeconómicos entre otros, que influyen en la acción de alimentarse. En las investigaciones realizadas desde el proyecto Crownalife, se ha observado que, con la edad, no sólo empeoran los hábitos alimentarios, sino que además se altera el ecosistema intestinal, lo que favorece la mala absorción de nutrientes tan importantes como el calcio o la vitamina D. Encontrar alimentos más atractivos y adaptados a las circunstancias de este grupo de edad es un reto para el mercado europeo, que ha marcado tendencia a la producción de alimentos prebióticos y probióticos.

Según Steve Gill, del Institute for Genomic Research, "un cambio dentro del 'microbioma intestinal', con frecuencia conduce a la ausencia o presencia de microbios beneficiosos y puede desencadenar defectos en el metabolismo y dar lugar al desarrollo de patologías como la enfermedad inflamatoria intestinal". Las bacterias beneficiosas aportan numerosas ventajas a la salud, ya que ayudan a sintetizar activamente vitamina como la B1 y la B6, y a asimilar determinados azúcares, como el xilano y la celobiosa, presentes en la pared celular de plantas comestibles como manzanas o zanahorias.

Estas bacterias también actúan como barrera impidiendo la colonización de patógenos y además protegen al organismo de los efectos negativos generados por los productos de desecho de la digestión o provenientes de otras bacterias. Las patógenas pueden ser realmente dañinas, ya que causan diarrea, gastroenteritis o a largo plazo pueden favorecer la aparición de enfermedades graves como el cáncer de colon.

ALIMENTOS SIMBIÓTICOS

Son simbióticos todos los alimentos que combinan probióticos, es decir, bacterias vivas que refuerzan la flora intestinal y prebióticos, que son fibras presentes en frutas y hortalizas, principalmente, que funcionan como fibra soluble en el aparato digestivo y que colaboran en la regulación del intestino al ser sustrato de las bacterias intestinales.

La relación simbiótica se basa en cómo los oligosacáridos (un tipo de fibra soluble) de los vegetales sirven para potenciar la acción de las bacterias beneficiosas, que los utilizan para alimentarse y desarrollarse. Los especialistas en nutrición llevan ya más de una década recomendando la incorporación de alimentos simbióticos a la dieta a fin de fortalecer el sistema inmunológico e inhibir cánceres de colon y vejiga. Los simbióticos actúan como inhibidores de la acción de los oncogenes, previniendo su propagación. Además, parece ser que optimizan la acción de los tratamientos para curar la hipercolesterolemia y mejoran la biodisponibilidad de hierro y cinc, entre otros elementos minerales.

domingo, 19 de octubre de 2008

LOS RUIDOS EN VIGO

El Grupo de Ecología Científica de Galicia GECMA recibe quejas continuadas de Jóvenes, vecinos y empresarios de Vigo sobre el ruido que se produce en las puertas de los Pubs y Salas de Fiesta de la cuidad.

En estas quejas muestran unos su preocupación y otros sus protestas por la situación actual en la que se encuentran en cuanto a horarios, ruidos, botellón y sobre todo la falta de espacio de sus locales, debido a las normas actuales en cuanto a conseguir licencias para locales amplios, lo que trae consigo que los clientes tengan que ocupar las aceras y calles limítrofes con las consecuencias sabidas de: de ruidos, suciedad, inseguridad para los propios jóvenes, etc. Así mismo han hecho hincapié en que el ruido en la calle, algunas muertes, la suciedad que se produce,… y el destrozo de contenedores, nos dice un encargado, “no son culpa nuestra, a pesar de que se nos quiera condenar, nosotros respondemos cuando están dentro del local, tenemos nuestra seguridad… Lo que no tenemos es autoridad moral para decirles que no salgan a la calle puesto que las normas que dicta el concello para esta clase de negocios es de que la licencia se concede para los locales de máximo 250 o 300 metros. Esta regulación tendría que desaparecer por que un local de 250 metros al realizar un almacén, una barra, unos servicio con el de minusválidos incluido, cuatro mesas y sillas, una cabina mezclador de música y altavoces, el local queda totalmente reducido. Si no pusieran estos límites podríamos tener a los clientes dentro, prohibirles que ocupasen las aceras…Se evitarían ruidos y muchos temas de inseguridad, incluso con mayor número de clientes quizás podríamos abaratar las bebidas. Por lo tanto que no nos echen todas las culpas, ni a nosotros ni a los jóvenes. Que solucionen ellos esta norma y luego que nos exijan que nuestros clientes no estén en la calle y que nuestros locales estén totalmente insonorizados”.

Los jóvenes y vecinos coinciden y van más allá, dicen que “los locales lo que tienen que tener es un mínimo de metros no un máximo. Como se ve que algunos políticos no salen de noche, sino verían que no somos pollos de granja para estar como estamos de apretujados en estos mini locales”.

Mientras los vecinos valoran positivamente el mapa de ruidos y dicen que “si la norma contemplase un mínimo de 250 metros para la licencia de estos locales sería un apoyo para el mapa de ruidos y además abría que obligar que los jóvenes no estuviesen a las puertas de los locales y que estos estuviesen correctamente insonorizados. En cuanto a lo del botellón debe estar prohibido en lugares que puedan afectar a la calidad de vida de los ciudadanos. Según los vecinos, el “botellón” a la puerta de los locales provoca un aumento del consumo de alcohol, ruido --lo que les impide dormir por las noches-- y suciedad. Cada día, especialmente, los meses de más calor, los de la limpieza no dan abasto para retirar las latas y botellas que se acumulan en estas zonas”.

También en el tema del botellón, indican algunos hosteleros que incluso lo pueden entender por la falta de espacios en sus establecimientos y por que esta falta de espacios contribuye al encarecimiento de las copas, reconociendo que el botellón es como una competencia desleal porque las bebidas que se ingieren durante este tipo de celebraciones no se consumen en sus locales de ocio. Piden a GECMA que intervenga ante las instituciones para buscar soluciones, sin mínimos ni máximos de metros y con respeto al mapa de ruidos.

Cómo ahorrar dinero y salvar el medio ambiente

Asumir ciertos hábitos ecológicos en nuestra vida cotidiana ahorra miles de euros al cabo del año y ayuda a conservar el planeta

A mal tiempo económico, buena cara ecológica. Los consumidores pueden ahorrarse miles de euros anuales siendo más eficientes, responsables y ecológicos en su uso de la electricidad, la luz, el agua, la climatización o el transporte. Diversos consejos permiten así convertir el medio ambiente y el bolsillo de los ciudadanos en perfectos aliados.

El consumo de energía se puede disminuir sin menoscabo del confort, contribuyendo a reducir su impacto en el medio ambiente y en la factura. Los electrodomésticos se llevan casi la mitad del gasto, según el Instituto para la diversificación y ahorro de la energía (IDAE), por lo que conviene adquirir aparatos que se ajusten a nuestras necesidades y de alta eficiencia energética (clase A o A++).

Por ejemplo, un frigorífico de tipo A++ (el que menos consume) ahorrará en sus 15 años de vida media 1.311 euros con respecto a uno de tipo G (el menos eficiente). Para que estos modelos más eficientes resulten más económicos, es recomendable comparar precios y marcas y esperar a las ofertas. Además, estos aparatos de alta eficiencia suelen contar con ayudas para su compra, como las del IDAE o de las instituciones locales o autonómicas con competencia en la materia.

Un frigorífico de tipo A++ ahorrará en sus 15 años de vida media 1.311 euros con respecto a uno de tipo G
Otro de los grandes gastos energéticos domésticos corresponde a la iluminación (el 18% del total). Cambiar por ejemplo seis luces convencionales en una habitación por otras de bajo consumo puede evitar pagar entre 21 y 48 euros anuales. Estas bombillas son más caras que las convencionales, pero su larga vida útil y su menor consumo energético las hace mucho más económicas y ecológicas a largo plazo. En la actualidad hay además muchas variedades de precios y modelos.

El uso del ordenador también puede ser ecológico y económico: activar el modo "Energy Star" permite consumir menos energía y ahorrar hasta 100 euros al año. Una ampliación de memoria RAM y disco duro puede ampliar su vida útil, y evitar la compra de uno nuevo. El consumo de papel también se puede disminuir, aprovechándolo por las dos caras, reutilizando el papel usado, etc.

En cuanto al resto de electrodomésticos, es recomendable apagarlos si no se utilizan. En este caso, desactivar el stand by es una medida que puede ahorrar unos 50 euros al año. Para facilitar el apagado de múltiples aparatos, es muy útil una regleta de varios enchufes. Asimismo, conviene prescindir de pilas y baterías, y en todo caso, utilizar baterías recargables. Por otra parte, la instalación de contadores inteligentes puede mejorar el control del gasto energético.

Aislamiento y climatización

Adaptarse de forma óptima al calor y al frío es también sinónimo de un importante ahorro monetario. Cada grado que se baje el termostato (lo ideal es mantener una temperatura interior de 20º C) puede ahorrar unos 40 euros al año. Una buena medida supone utilizar la climatización por habitaciones y horarios, como por ejemplo el baño a la mañana y el salón a la tarde, para lo que se pueden instalar temporizadores. Asimismo, el mercado ofrece numerosos sistemas para ahorrar en calefacción o en aire acondicionado que reducirán el consumo y ayudarán al medio ambiente.

Por otra parte, los edificios también pueden contar con diversas infraestructuras que les permitan gastar menos, como el aislante térmico, que reduce el consumo energético en un 30%, de ahí que varias instituciones ofrezcan ayudas para introducirlo en los edificios, especialmente al rehabilitarlos. En este sentido, el modelo ideal es el de las casas ecológicas, que ahorran dinero cuidando el medio ambiente.

Transporte
A la hora de desplazarse, reemplazar el uso del automóvil por la bicicleta o ir andando, además de ser más sano, puede ahorrar en gasolina una media de 1.300 euros anuales, sin olvidar los gastos asociados al coche, como seguros, mantenimiento, impuestos, etc.

No obstante, si no es posible, el transporte público es la siguiente opción más ecológica y económica. Ahora bien, en caso de poder optar entre avión y tren de alta velocidad, es mejor coger un AVE: además de ser más barato, emite cinco veces menos emisiones de dióxido de carbono (CO2). Y si tenemos que ir en avión, el traslado al aeropuerto puede realizarse en transporte público.

Para quienes no tengan más remedio que utilizar el automóvil, compartirlo puede ser una buena elección: en 2007 más de 20.000 personas en España lo hicieron a diario u ocasionalmente, lo que supuso evitar la circulación de más de 7.000 vehículos, el ahorro de unos 1.500 euros por persona y la reducción de emisiones de CO2 equivalente al generado por más de 3.000 hogares en un año.

Asimismo, tener el coche en perfectas condiciones, como por ejemplo con los filtros en buen uso o los neumáticos correctamente hinchados, puede suponer un ahorro de 110 euros al año. Por otra parte, hacer gala de una conducción eficiente permite un menor impacto medioambiental y un ahorro para el bolsillo de 470 euros al año, de ahí que las instituciones ofrezcan cursos gratuitos para ello. Entre los consejos para esta ecoconducción se encuentra llevar una velocidad prudente (a más de 100 km/h el consumo se dispara) y a 2.500 revoluciones (en coches de gasolina) y 2.000 (modelos diesel); conducir sin acelerones ni frenazos bruscos; evitar el aire acondicionado y llevar las ventanillas cerradas; no llevar carga innecesaria ni portaequipajes en el techo; y utilizar coches de menor consumo o de combustibles y tecnologías alternativas como los que muestra el IDAE.

Por otra parte, cabe plantear alternativas como el teletrabajo (trabajar desde casa dos veces a la semana puede suponer un ahorro en gasolina de 460 euros al año), o realizar videoconferencias en vez de reuniones físicas, lo cual evita también el gasto en transporte y hotel y su correspondiente impacto ambiental. Y en cualquier caso, no hay que olvidar que las oficinas también pueden ser ecológicas.

Ahorrar agua
Disminuir el gasto de agua es otra medida importante que puede ahorrarnos unos euros y favorecer al medio ambiente. Cada español consume de media al día 150 litros de agua, de los que entre el 60 y el 75% se destinan al baño. Mediante una serie de hábitos y sistemas eficientes es fácil reducir de manera importante estas cantidades.

En la cocina también se pueden hacer pequeños gestos que supondrán una interesante disminución de la factura de luz y agua, como por ejemplo utilizar un lavavajillas de alta eficiencia.

A la hora de hacer la colada, cargar al completo el tambor y siempre que se pueda utilizar el programa en frío, ya que el 85% de la energía se destina a calentar el agua. Después, colgar la ropa en tendederos en vez de utilizar secadoras. Por su parte, también se puede evitar gastar en gran cantidad de productos de limpieza industriales, que pueden sustituirse en muchos casos por agua, jabón, trapos ecológicos y consejos caseros. Y cuando se quiera limpiar el coche, un simple cubo y una esponja podrán evitar también el gasto del túnel de lavado.

El agua embotellada, además de ser cara, genera grandes cantidades de basura. En su lugar, se puede utilizar una botella de aluminio reutilizable o un termo que nos servirá también para el café.

En cuanto a los consumidores que tengan jardín, el gasto de agua puede reducirse considerablemente si se escogen las especies adecuadas y se selecciona un buen sistema de riego. Por ejemplo, el césped necesita el 70% del agua del riego en un jardín convencional. En su lugar, la Xenojardinería ofrece también posibilidades decorativas y poco exigentes con el agua.

Otra opción interesante es la horticultura ecológica de ciudad: cada vez más ciudades cuentan con estos huertos urbanos, en los que se cultivan tanto productos naturales para autoconsumo como valores ecológicos, una práctica aplicable incluso al balcón de casa. Asimismo, asumir el hábito de compostar permite reutilizar y reciclar la basura como abono natural, evita la utilización de bolsas de plástico o abonos químicos, y disminuye el gasto público en recogida, traslado y tratamiento de residuos.

Consumidores responsables, ahorran y son ecológicos
Los consumidores responsables, inteligentes y ecológicos en sus hábitos de compra pueden ahorrar importantes cantidades de dinero y contribuir así a cuidar del medio ambiente. En este sentido, los consejos son múltiples:

Comprar sólo lo necesario y no dejarse influir por modas o publicidades agresivas.
Comparar productos para hacerse con los que tengan una mejor relación precio-calidad: no siempre lo más caro es lo mejor.

Asumir las tres erres del ecologismo (reducir, reutilizar y reciclar) y evitar los productos de usar y tirar no sólo permitirá ahorrar al consumidor, sino a toda la sociedad, y reducirá los residuos y la contaminación.

Buscar productos más económicos o de segunda mano, e intercambiar objetos (Freecycle) tanto en nuestro entorno como en Internet. Por ejemplo, la ecorropa permite reutilizar las prendas o teñirlas para darles una nueva vida. De forma similar, se puede hacer buen uso de las bibliotecas públicas en vez de comprar libros y películas.

Ser más activos y concienciados, lo que significa estar informados y reclamar a las instituciones más acciones por el medio ambiente, como la instalación de más puntos limpios, más contenedores de reciclaje, carriles bici, etc.
Seguir los consejos para reducir la huella ecológica y la huella de carbono.

Cómo afecta la nueva norma solar a los consumidores

La nueva normativa se traducirá en un abaratamiento del coste de la electricidad en relación al modelo vigente

El Gobierno ha aprobado el real decreto que regula la energía fotovoltaica en España con el objetivo de vigilar el crecimiento descontrolado de este mercado. En las últimas semanas, se ha discutido mucho sobre las repercusiones de esta nueva norma en el sector. Sus responsables hablan ya del cierre de empresas y de la desaparición de miles de puestos de trabajo, aunque consideran que permitirá un desarrollo sostenible y que nuestro país siga liderando esta energía renovable en todo el mundo. Ahora bien, ¿cómo afecta a los consumidores?

Fuentes oficiales aseguran que la nueva normativa garantizará estabilidad en el sector, algo que "siempre es bueno para los consumidores". En este sentido, "se traducirá en un abaratamiento del coste de la electricidad en relación al modelo vigente, es decir, se reducirá su impacto en el recibo de la luz".

Hacia 2015 a los consumidores nos va a resultar más barato poner un panel en el tejado que comprar la electricidad a la compañía eléctrica
El consumidor no va a ver reflejadas ahora las ventajas de este ajuste del sector, pero sí más adelante. "Hacia 2015 (en las zonas más soleadas hacia 2013-2014, y en las menos soleadas sobre 2016-2017) a los consumidores nos va a resultar más barato poner un panel en el tejado que comprar la electricidad a la compañía eléctrica", asegura Tomás Díaz, responsable de comunicación de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF).

Díaz sostiene que aunque el panel supondrá un desembolso económico fuerte de entrada, "el consumidor lo amortizará en diez años y estará en su tejado durante 25 a 40 años." El portavoz de ASIF afirma que el desarrollo del sector permitirá "para 2012, y hay quien dice antes, que el coste del panel baje a la mitad".

Por su parte, José Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España, también cree que el decreto ministerial favorece al consumidor, "porque las primas eran excesivas y repercuten en el recibo eléctrico." El consumidor que sea inversor de estos paneles tampoco saldrá perjudicado, afirma Santamarta, "si ha invertido antes del 30 de septiembre de 2008. A partir del 1 de octubre cobrará menos por kilovatio/hora (kWh), si la instalación se inaugura después."

Cómo afecta al sector
Para entender el por qué de esta nueva normativa, hay que ponerse en antecedentes. El desarrollo de la fotovoltaica en España ha superado ampliamente las previsiones: el objetivo fijado para 2010 de alcanzar 371 megavatios (MW) de potencia instalada se logró en agosto de 2007, y se estima que a finales de 2008 quintuplicará el objetivo de 2010.

En 2007, este mercado creció un 450%, generando 7.800 millones de euros de negocio y dando empleo directo e indirecto a unas 26.000 personas. En apenas dos años, las instalaciones se habían multiplicado por tres y superaban las 18.000. Las primas, subvenciones y previsiones de crecimiento de esta energía renovable hicieron posible este espectacular desarrollo, hasta el punto de que algunos expertos lo compararon con la especulación del sector de la construcción.

En concreto, el negocio de los huertos solares había hecho saltar las alarmas, e incluso desde organizaciones sectoriales como ASIF o la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) se advirtió de los posibles peligros de invertir en estos parques solares.

Asimismo, esta explosión sectorial estaba produciendo una inflación en los precios y retrasos en los pedidos, como reconoce Tomás Díaz: "los fabricantes no podían hacer frente a un pedido de paneles hasta pasados de tres a cinco meses."

Por ello, tanto el Ministerio de Industria como las asociaciones del sector estaban de acuerdo en la necesidad de regular este negocio. No obstante, los detalles de la nueva normativa han supuesto unas duras negociaciones entre ambas partes. Finalmente, las tres asociaciones sectoriales fotovoltaicas (Asociación Empresarial Fotovoltaica -AEF-, APPA y ASIF) mostraban su satisfacción por el decreto aprobado y el compromiso del Ministerio de apoyar este sector, de manera que en 2015 España pueda estar entre los principales países del mundo en esta energía solar. En la actualidad, el 85% de todo el mercado mundial de fotovoltaica se encuentra en Alemania, España, EE.UU. y Japón.

Por su parte, Ecologistas en Acción considera "insuficiente" este real decreto para promover durante los próximos años el desarrollo de esta fuente de energía. A la organización le parece más "un intento de controlar el déficit tarifario del sistema eléctrico español y la competitividad empresarial." Sin embargo, en su opinión, la reducción en las tarifas de la fotovoltaica "no soluciona el gran problema del déficit, que deberá abordarse inevitablemente por otros medios."

En qué consiste la nueva norma
El real decreto impone un tope de 400 MW nuevos anuales, lo cual permitirá alcanzar unos 3.000 MW en 2010 y alrededor de 10.000 MW en 2020. El objetivo es impulsar las instalaciones sobre tejado frente a las grandes plantas sobre suelo (huertos solares) "por sus mayores beneficios económicos y medioambientales", afirman desde Industria.

La retribución también será menor: frente a los hasta ahora 45 céntimos de euro por kWh producido, los productores cobrarán 32 céntimos. No obstante, si las instalaciones están ubicadas en techo y son de pequeña producción, recibirán dos céntimos más.

Asimismo, según los responsables institucionales, la nueva norma quiere también estimular la producción nacional de paneles: en 2007 se gastaron 2.5000 millones de euros en importar de Alemania, Japón y China el 70% de estas placas. A pesar de ello, parece que por el momento el sector no lo ha percibido así. Por ejemplo, la empresa BP Solar no construirá la fábrica de paneles que tenía prevista para Puertollano (Ciudad Real), que iba a ser la más grande de Europa, con una inversión de cien millones de euros y 500 nuevos empleos directos.

La subida del nivel del mar

Algunos expertos sostienen que millones de personas de todo el mundo, incluida España, podrían sufrir sus consecuencias, aunque otros consideran alarmista esta previsión

Diversas investigaciones han señalado en los últimos meses que el aumento del nivel del mar podría ser incluso mayor de lo que se creía hasta ahora. Este problema podría afectar a millones de habitantes de todo el mundo y a países como España, donde algunos estudios señalan la desaparición de playas y el impacto en cultivos costeros e infraestructuras portuarias. No obstante, algunos científicos recuerdan que los datos actuales no son suficientes para lanzar estas catastróficas previsiones, y que incluso en algunos casos el nivel del mar estaría bajando. En cualquier caso, todos los expertos solicitan más investigaciones, ya que la influencia de los océanos en un posible cambio del clima es muy importante.

Cuánto sube el mar en el mundo y España

Un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores ha señalado que el nivel del mar entre 1961 y el 2003 aumentó un 50% más de lo estimado en el informe de 2007 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Tras utilizar resultados generados por modelos climáticos y observaciones mejoradas, los científicos han afirmado que subió 1,5 milímetros al año, es decir, 6,3 centímetros en dicho periodo.

Para finales del siglo XXI el nivel podría subir entre 0,8 centímetros y 1,5 metros
Asimismo, investigadores británicos y finlandeses han predicho mediante un modelo informático que para finales del siglo XXI el nivel podría subir entre 0,8 cm y un metro y medio. Este resultado también es muy superior a los pronósticos del IPCC, que señalaban una subida promedio de entre 28 y 43 cm. Por su parte, el investigador alemán Stefan Rahmstorf, utilizando en este caso datos de satélite, llegaba a unos resultados similares (entre 0,5 y 1,4 metros). En esta web se muestra cómo podría afectar la subida del nivel del mar a cualquier zona del litoral dependiendo de los metros alcanzados.

Las consecuencias de este incremento podrían ser nefastas en muchos lugares del planeta, alertan algunos expertos. En este sentido, 150 millones de personas viven a menos de un metro de la línea de costa, mientras que otros 250 millones viven a menos de cinco metros. Así, millones de habitantes de islas y países con costas bajas o tierras bajas productoras de arroz, como Vietnam, China, India o Tailandia, podrían verse especialmente afectados, y ya hay quien habla de "refugiados climáticos".

Greenpeace asegura que las zonas más expuestas serían Asia meridional y sudoriental, con aumentos menores pero igualmente importantes en África oriental y occidental y el Mediterráneo, desde Turquía hasta Argelia. Bangladesh o islas como las Maldivas se encontrarían entre las víctimas más probables.

Asimismo, apuntan los responsables de esta organización ecologista, las islas bajas del Pacífico, el océano Índico y el Caribe son especialmente vulnerables: naciones insulares como Kiribati corren riesgo de desaparecer bajo el agua por la combinación de una subida del nivel del mar y de maremotos.

Cómo podría impactar en España el aumento del nivel del mar

En el caso de España, el informe del IPCC de 2007 señalaba que las costas españolas serán más vulnerables por un cambio en la energía del oleaje, destacando un mayor impacto en el Cantábrico y Mediterráneo que en el Atlántico andaluz. Además, la acentuación de la erosión costera afectará a las infraestructuras, fundamentalmente portuarias, tanto de la Península como de Baleares y Canarias.

Greenpeace destaca que se perderá un número importante de playas, sobre todo en el Cantábrico, y buena parte de las zonas bajas costeras se inundarán: Delta del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor y costa de Doñana.

Por su parte, Iñigo Losada, catedrático de la Universidad de Cantabria, asegura en un estudio sobre la influencia del cambio climático en la costa que las playas del sur y las rías del norte, con excepción de las gallegas, son las más sensibles al aumento del nivel del mar y del oleaje. Así, además de las citadas Manga del Mar Menor y Delta del Ebro, las playas bajas de Murcia y Alicante son las que cuentan con un riesgo mayor. Por ello, este experto cree probable que la zona del Delta del Ebro tenga que cambiar los cultivos de arroz y que el turismo de playa en el Mediterráneo disminuya por la menor superficie de arena.

Asimismo, el informe "El impacto del cambio climático en las zonas costeras" aseguraba que de aquí a 2050 el mar se comerá buena parte de las playas españolas: las del Cantábrico retrocederán unos 15 metros; las del Golfo de Cádiz unos 10 metros y las de la Costa Brava, el sur de Canarias y el sur de Baleares hasta 70 metros. El riesgo de inundaciones por temporales aumentará, y su impacto será mayor en el Mediterráneo, debido a la falta de mareas que actúen de colchón, como en el Cantábrico. De esta manera, entre Málaga y Algeciras se incrementará un 250% el número de veces que el agua rebase espigones, mientras que en la cornisa cantábrica ese fenómeno se duplicará y en los archipiélagos crecerá un 35%.

Científicos escépticos

No todos los científicos de la comunidad internacional comparten esta visión catastrofista del incremento del nivel del mar. El geólogo Nils-Axel Mörner, en su día director del departamento de Paleogeofísica y Geodinámica de la Universidad de Estocolmo, lo considera un "fraude total". Mörner critica los datos del IPCC, ya que recuerda que se basan únicamente en modelos informáticos y no en estudios geológicos sobre el terreno.

En este sentido, el equipo del propio Mörner realizó un estudio en las Maldivas, citado como ejemplo de lugar en peligro, que demostraba que el nivel del mar alrededor de estas islas no habría aumentado, sino descendido en las últimas tres décadas. De manera similar se posiciona por ejemplo Chris de Freitas, climatólogo de la Universidad Auckland, en Nueva Zelanda, al recordar que el nivel de los mares disminuye en algunas partes del Pacífico.

El nivel del mar en las islas Maldivas no habría aumentado, sino descendido en las últimas tres décadas
Por su parte, el climatólogo de la NASA Jay Zwally considera también muy exageradas las predicciones del IPCC. Utilizando datos obtenidos entre 1992 y 2002 por sensores y satélites, su equipo llegó a la conclusión de que el mar se había elevado una media anual de entre 0,03 mm y 0,05 mm. Es decir, que serían necesarios mil años para que el mar subiera los cinco cm del IPCC y 20.000 años para llegar a los seis metros que apunta Al Gore en su película "Una verdad incómoda".

En España, Antón Uriarte, experto de la Universidad del País Vasco en Paleoclimatología y Cambios Climáticos, considera "un cuento" que el ser humano esté causando un cambio climático, y recuerda que no se dispone de datos suficientes sobre la supuesta subida global media del nivel del mar ocurrida durante los últimos 100 años, por lo que en realidad no hay una conclusión definitiva.

Por qué es complejo estudiar el nivel del mar
Todos los expertos están de acuerdo en que el aumento del nivel del mar y los cambios asociados son muy difíciles de cuantificar. Las razones que inciden son muy diversas, si bien las principales son el hielo derretido de los glaciares y las capas polares, así como el descenso de la densidad de las aguas oceánicas y los mares por el aumento de la temperatura de las mismas. Asimismo, el hundimiento del subsuelo (como en el caso de Venecia), la construcción de embalses, la extracción de aguas subterráneas, los cambios de caudal y curso de los ríos, o los movimientos de tierra en zonas de costa y en deltas de los ríos también pueden variar el nivel del mar.

Además, cabe recordar que el mar no es liso, por lo que su nivel no es el mismo en todos los lugares del planeta. Las corrientes oceánicas amontonan agua en unas zonas y la vacían parcialmente en otras, y las variaciones de las presiones y de los vientos predominantes ocasionan cambios diarios en el nivel del mar de varios centímetros. La salinidad también influye, como por ejemplo en el sur del Báltico, que está 40 cm más bajo que en el norte, al ser más salado que éste, mientras que en el Atlántico hay diferencias de hasta metros. Asimismo, el fenómeno de El Niño también provoca diferencias interanuales de hasta medio metro en amplias áreas del Pacífico.

Nueva ley sobre recogida y reciclaje de pilas y baterías

Esta norma obliga a los distribuidores a recoger los productos usados que los consumidores les entreguen en el momento de la venta de otros similares, sin coste alguno

El Real Decreto 106/2008 sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos ya está en vigor. Su objetivo es facilitar y aumentar su recogida selectiva y su correcto reciclaje, de manera que se reduzca su impacto en el medio ambiente y se ahorre en energía y recursos. Para ello, los fabricantes deben hacerse cargo de la gestión de las unidades usadas. Los consumidores pueden devolverlas sin coste alguno a los distribuidores en el momento de la venta de otros productos similares.

Cómo afecta la nueva ley a consumidores y productores

El mercado europeo mueve anualmente cerca de 800.000 toneladas (tn) de baterías de automóviles, 190.000 tn de baterías industriales y 160.000 tn de pilas y acumuladores portátiles, según datos de la Comisión Europea. Estos productos contienen metales pesados peligrosos para el medio ambiente y la salud, como el plomo, el mercurio o el cadmio. Una gran parte de ellos termina en los vertederos, lo que puede acabar contaminando las aguas subterráneas y, en última instancia, a la población.

La nueva ley, una transposición de la Directiva europea 2006/66/CE, trata de minimizar estos riesgos y promover la correcta recogida y reciclado de estos productos. Para ello, prohíbe la comercialización de pilas y acumuladores con más de 0,0005% de mercurio en peso y 0,002% de cadmio en peso, con excepción de los dispositivos de emergencia y de alarma, los equipos médicos o las herramientas eléctricas inalámbricas.

El real decreto también añade que todas las pilas y acumuladores portátiles y de automoción deberán indicar de manera visible, legible e indeleble su capacidad energética, el símbolo químico del metal pesado que contengan y el símbolo de recogida selectiva. Ahora bien, las pilas y acumuladores que ya están legalmente en el mercado no tienen que ser retirados ni deben cambiar su etiquetado.

De esta manera, el consumidor cuenta con más información para elegir entre los diferentes modelos y concienciarse para su entrega selectiva. En el caso de los distribuidores, la ley les obliga a recoger los productos usados que los consumidores les entreguen en el momento de la venta de otros similares, y sin coste alguno.

En este sentido, los distribuidores y productores deben poner a disposición de los consumidores sus propios sistemas de gestión, y si no cuentan con ellos, deberán contribuir económicamente a los sistemas públicos. Estos sistemas pueden ser puntos urbanos de recogida, establecimientos comerciales de los distribuidores, puntos limpios, talleres de automoción, etc. Para un mejor conocimiento de todas las novedades, se llevarán a cabo campañas informativas, también a cargo de los productores.

Asimismo, se imponen unas fechas límite y cifras mínimas de recogida y reciclado de obligado cumplimiento: en 2012 el 25% y en 2016 el 45%. No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) se ha propuesto alcanzar dichas cifras un año antes de las fechas señaladas.

Los procesos de reciclado también están obligados a cumplir unos mínimos de eficiencia. Con ello, la nueva norma quiere fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclado y tratamiento rentables e inofensivos con el medio ambiente para todos los tipos de pilas y acumuladores.

Los consumidores pagarán un depósito retornable
Como medida para aumentar la cantidad de pilas y baterías recicladas, el nuevo real decreto también estipula el cobro a los consumidores de un depósito, que podrán recuperar en el centro que elijan para entregar las unidades usadas. No obstante, el MARM ya ha anunciado que este depósito, del que no se conocen sus detalles concretos, todavía no entrará en vigor hasta que llegue a un acuerdo con los responsables de las comunidades autónomas en la materia.


Reciclaje de pilas en España
Según la Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas (Ecopilas), que reúne a las empresas responsables del 75% del total de pilas puestas en circulación, en España se consumen anualmente unos 322 millones de pilas. Por su parte, el MARM reconoce que el reciclado de pilas en España apenas alcanza el 20%.

El caso de las pilas alcalinas es especialmente llamativo: sólo el 15% se recoge de manera selectiva, y únicamente el 1% es reciclado, según datos de la Asociación Española de Recogedores de Pilas, Acumuladores y Móviles (AERPAM). En este sentido, esta asociación recuerda que una sola pila alcalina puede contaminar 175.000 litros de agua, equivalente a lo que consumirían seis personas en toda su vida.

Una sola pila alcalina puede contaminar 175.000 litros de agua
Por ello, algunas organizaciones del sector vienen desarrollando diversas iniciativas para mejorar esta situación. La Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (ASIMELEC) ha puesto en marcha en los últimos años varios proyectos ambientales con el objetivo de involucrar a todos los agentes implicados en el ciclo de vida de una pila y mejorar de esta manera el sistema de recogida selectiva de pilas y baterías usadas.

Por su parte, Ecopilas ha realizado diversos estudios sobre los sistemas de recogida y reciclaje de pilas y baterías en España para poder prepararse de cara a la implantación de la nueva normativa europea.

Pilas: mejor reducir su uso
Las pilas, como se las conoce genéricamente, pueden tener varios nombres, utilidades y composiciones muy diversas. En cualquier caso, se trata de productos tóxicos para el medio ambiente y la salud y nada eficientes energéticamente: necesitan hasta 50 veces más energía que la que producen.

Por ello, los expertos recomiendan su uso sólo cuando sea estrictamente necesario. Otra opción es la utilización de aparatos a energía solar, y en todo caso, pilas recargables, que si bien son más caras y contienen cadmio, su durabilidad las hace menos peligrosas. Asimismo, otra opción es utilizar pilas alcalinas con mínimo de mercurio