sábado, 19 de abril de 2008

Energía del metano: ¿La respuesta al fin del petróleo?

Este gas podría sustituir a los combustibles fósiles o mandar cohetes al espacio, evitando de paso su nocivo efecto en el cambio climático

Transformar los inconvenientes en ventajas. Diversos equipos de investigación quieren convertir el metano en el sustituto de los combustibles fósiles, evitando así su potente efecto en el cambio climático. Otros sistemas proponen este gas producido por los excrementos humanos y animales o los residuos urbanos para generar energía, e incluso se está probando como combustible para las naves espaciales del futuro. No obstante, estas tecnologías todavía necesitan madurar y hacer frente a los posibles inconvenientes, incluido su impacto medioambiental.

A. FERNÁNDEZ M.

El dióxido de carbono (CO2) suele identificarse como el causante del cambio climático. Ahora bien, no es ni el único ni el más potente gas de efecto invernadero: El metano (CH4) atrapa veinte veces más el calor que el CO2, aunque sus niveles de emisión a la atmósfera han permanecido estables en los últimos años.

Sin embargo, las enormes cantidades de metano ocultas en el permafrost, bajo el lecho marino o en lagos helados del Ártico podrían estar escapándose a la atmósfera, precisamente por efecto del cambio climático, lo que aceleraría aun más este fenómeno, según diversos estudios.

Pero no todo es negativo en el metano, ya que es también un gas que puede utilizarse como combustible y para producir diversos gases y sustancias industriales. Diversos investigadores y también empresas, como BMW, han unido cabos y han pensado en capturar el metano antes de que se escape a la atmósfera y transformarlo en energía.

Se estima que las reservas de metano hídrico duplican al resto de combustibles fósiles en todo el mundo y su capacidad de combustión es muy alta
Entre las posibilidades que se barajan destaca la utilización de los hidratos de metano, o metano hídrico: Se estima que sus reservas duplican al resto de combustibles fósiles en todo el mundo y su capacidad de combustión es muy alta. Este compuesto se forma básicamente bajo el permafrost y en el subsuelo marino. El frío y las altas presiones mantienen estable la unión del agua y el metano, producido en este caso principalmente por la descomposición de organismos vivos.

Al extraerlo de su lugar natural, desaparecen las condiciones por las que permanecía unido, de manera que el metano puede aprovecharse como fuente de energía. De hecho, se conoce como "oro blanco", porque su aspecto cuando se extrae del yacimiento es similar al de la nieve: sólo habría que derretirlo para tener el combustible a mano.

Además de su gran cantidad, el metano hídrico se encuentra más repartido que el petróleo o el gas natural. Los yacimientos de este compuesto encontrados a día de hoy se ubican en el Ártico y en las plataformas marinas de casi todos los continentes.
Por ejemplo, varios equipos de universidades alemanas trabajan en el Mar del Norte para conocer mejor la formación y posible extracción de estos yacimientos. Por su parte, investigadores japoneses estudian las posibilidades del yacimiento ubicado bajo el Canal de Nankai, que transcurre paralelo al archipiélago nipón.

Inconvenientes de los hidratos de metano

El metano hídrico ya era conocido desde hace un siglo, si bien fue en la década de los 70 cuando comenzó a estudiarse. Sin embargo, la tecnología de explotación de este compuesto todavía necesita un desarrollo mayor para que pueda considerarse viable industrialmente. Por ejemplo, no se tiene muy claro el sistema para detectar un yacimiento lo suficientemente grande y sencillo de extraer que permita hacerlo rentable.

Asimismo, esta tecnología presenta una serie de problemas que habrá que evaluar en caso de generalizarse. En el fondo del mar los hidratos mantienen unidos a los sedimentos depositados allí. Si este compuesto se extrae o si las condiciones de temperatura se modifican, se podrían producir corrimientos de tierra en los fondos marinos con imprevisibles consecuencias. En este sentido, se cree que este fenómeno ha producido tsunamis como los que afectaron a Noruega hace 8.000 años o a la Península Ibérica en 1755. Por otra parte, dado que es un poderoso gas de efecto invernadero, habría que desarrollar dispositivos de seguridad que impidiesen fugas a la atmósfera.

Cerdos, basura y naves espaciales

En la película "Mad Max, más allá de la cúpula del trueno" una poderosa Tina Turner dirigía una ciudad post-apocalíptica cuya fuente de energía era el metano proveniente de las heces de los cerdos. En la pequeña localidad china de Yueshanlong han hecho realidad esta idea: Su millar de habitantes consigue energía gracias a los excrementos humanos y animales, que también sirven de pienso, sustituyendo además la tala de bosques para aquel fin.

En este sentido, los residuos urbanos también son fuentes de metano, de manera que los vertederos podrían aprovecharse para generar energía. Esta es la idea que han propuesto por ejemplo para el vertedero más grande de la provincia de Albacete.

Además de generar energía en la Tierra, el metano podría utilizarse incluso fuera del planeta, como combustible para las naves espaciales. Dos empresas que trabajan para la NASA, Alliant Techsystems y XCOR Aerospace, están probando un sistema de propulsión con este gas, que presenta diversas ventajas frente al combustible de los cohetes actuales, el hidrógeno.

El CIEMAT abre una planta piloto para generar hidrógeno a partir de energía solar y agua

La nueva instalación está integrada en la Plataforma Solar de Almería

El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ha inaugurado en Almería una planta piloto para producir hidrógeno a partir de energía solar y agua. Hydrosol II, que así se llama la nueva instalación, "permitirá la utilización del enorme potencial de la radiación solar y su adecuada conversión a combustibles químicos como el hidrógeno, mediante la disociación de agua, lo que en sí mismo es de gran interés tecnológico", afirma el CIEMAT.

La integración de sistemas solares de concentración con sistemas capaces de disociar agua está considerado como el objetivo más importante a largo plazo en la producción de combustibles solares para reducir los costes del hidrógeno y garantizar emisiones de dióxido de carbono (CO2) prácticamente nulas.

Radiación concentrada

La descomposición del agua en sus dos elementos básicos, hidrógeno y oxígeno, se realiza siguiendo los ciclos termoquímicos (reacciones consecutivas). El proyecto Hydrosol II pretende aplicar la radiación solar concentrada "para proporcionar la temperatura que se requiere para que estas reacciones encaminadas a romper la molécula de agua se produzcan", explica el centro. El objetivo último, dice, es conseguir una fuente de hidrógeno sostenible.

Esta planta piloto pretende dar un salto tecnológico que permita la producción de hidrógeno mediante energía solar por concentración

Hydrosol II supone la "continuación lógica" del proyecto Hydrosol, que tuvo una duración de cuatro años (de 2002 a 2005) y en el que participaron centros de investigación y empresas internacionales. Con esta segunda parte se pretende "dar el salto tecnológico que permita la transferencia al entramado industrial yempresarial de la tecnología de producción de hidrógeno mediante energía solar por concentración", afirma el CIEMAT.

Método prometedor

El proyecto Hydrosol, llevado a cabo dentro del FP5 de la Comisión Europea, probó la viabilidad de la producción solar de hidrógeno y la capacidad de multi-ciclado del proceso termo-químico desarrollado. Los resultados experimentales mostraron que la tecnología aplicada es un método prometedor para la producción en masa de hidrógeno "renovable" y que es posible reducir el coste de producción de hidrógeno desde 18 a 10-12 céntimos de euro/kWh a medio plazo, y hasta 0,06 euros/kWh a largo plazo. En Hydrosol II se evaluará experimentalmente un reactor piloto para la producción termo-química de hidrógeno a partir de la descomposición del agua en dos etapas, usando un receptor solar volumétrico con matriz catalítica.

La nueva planta se integra en la Plataforma Solar de Almería, perteneciente al proyecto Small Solar Power Systems. Está construida con monolitos de materiales cerámicos especiales en forma de panal de abeja para absorber la radiación solar, a su vez recubiertos con materiales con oxígeno altamente activo que sirven como "trampas para oxígeno" y disociación de la molécula de agua.

Ecologistas en Acción afirma que la reclasificación de la incineración de residuos afectará a la salud y al medio ambiente

El Parlamento Europeo ha aprobado que este método pase a considerarse de recuperación

La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo aprobó en su reunión del pasado martes la reclasificación de la incineración de residuos, que pasará a considerarse un método de recuperación en lugar de eliminación, según Ecologistas en Acción.

La organización dice que esta medida es de gran relevancia porque fomentará la actividad de las incineradoras existentes que cumplan los criterios de eficiencia y la implantación de otras nuevas. "Hoy por hoy y por muy modernas que sean las instalaciones, las emisiones tóxicas de las incineradoras de residuos siguen suponiendo un riesgo para el medio ambiente y la salud, además de hacer muy difícil cualquier iniciativa sostenible de reducción, reutilización o reciclaje", advierte.

La experiencia demuestra que es posible alcanzar tasas de reciclaje del 60%-85% y los estudios del sector ponen en evidencia que "el reciclaje, además de luchar contra el cambio climático, es mejor para el medio ambiente que la incineración más moderna y eficiente".

Ecologistas en Acción cree que la política europea de residuos debería fomentar la reducción y el reciclaje y minimizar la incineración. A su juicio, incentivar la combustión de los residuos "es dar un paso atrás en la política de la Unión Europea, que hasta ahora había servido de ejemplo en todos los países del mundo".

El escape radiactivo de Ascó ocurrido en noviembre fue más grave de lo que se informó

Unas 800 personas deberán ser analizadas después de que la empresa explotadora de la central ocultara la verdadera importancia del vertido

La fuga radiactiva registrada el pasado 28 de noviembre en la central nuclear de Ascó (Tarragona) fue más grave de lo que comunicó inicialmente la empresa explotadora, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV). El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido reclasificar el suceso notificado el pasado día 4 de abril del nivel 1 provisional en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) a nivel 2 por inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador. Además, estudia abrir un expediente sancionador a la empresa y exigirá que se depuren responsabilidades por este suceso, que liberó al medio ambiente partículas de cobalto-60 y otros materiales radiactivos.

Pese a todo, el escape tuvo un impacto radiológico "muy poco significativo" para la población en el entorno de la central, y la dosis recibida por las personas que han trabajado en la instalación sigue "por debajo de los límites legales", afirmó el CSN. No obstante, se examinará y se harán mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre (entre 700 y 800). Hasta la fecha, según el CSN, se han efectuado mediciones a 579 personas, sin encontrar en ningún caso indicios de material radiactivo.

Información incorrecta

El organismo de protección radiológica sospecha que ya el pasado día 9 de abril el titular conocía que la información de radiactividad vertida no era correcta y no lo comunicó al CSN, a pesar haber sido requerido "reiteradamente y por escrito". Tampoco informó de ello durante el Comité Local de Información (CLI) extraordinario celebrado esa misma tarde en Ascó.

El Consejo emprenderá además una campaña de vigilancia radiológica independiente que complemente las medidas que ya realizó el día 5 de abril en el exterior de la instalación con un equipo de inspectores.

Según las nuevas estimaciones, el impacto sobre las personas que han pasado desde esa fecha por la instalación está por debajo de los límites legales
El CSN ha comunicado que continúa investigando todos los aspectos de este suceso y que su presidenta, Carmen Martínez Ten, comparecerá en el Congreso de los Diputados, a petición propia, para dar cuenta de todos los detalles.

Suspensión de actividades

Por su parte, Greenpeace recuerda que ANAV acumula ya dos niveles 2 en los últimos tres años. Según la organización ecologista, en 2005 otro grave suceso en la central Vandellós-2, también gestionada por ANAV, supuso un nivel 2 en la INES. Ese suceso, que fue calificado por el CSN como "el más grave después del accidente de Vandellós-1" en 1989, fue ocultado por la empresa explotadora durante meses. El CSN reconoció, en una investigación parlamentaria, que ANAV priorizó sus intereses económicos a la seguridad y mantuvo esa central funcionando en condiciones de "seguridad degradada".

Por ello, Greenpeace pide al CSN y al Gobierno que retire la licencia de explotación a ANAV y suspenda cautelarmente la actividad de esas centrales nucleares. Carlos Bravo, responsable de la Campaña de Energía de la organización ecologista ha declarado que en los últimos tres años ambas centrales superan más del 50% de los sucesos notificables de seguridad que ocurren en el parque nuclear español.

Asimismo, Greenpeace acusa a ANAV de ocultar información deliberadamente al Consejo y a la opinión pública, incluso en la reunión del CLI celebrado recientemente en la localidad de Ascó.

- Hasta 800 personas serán examinadas tras una fuga de material radiactivo en la central nuclear de Ascó I el pasado noviembre, según el CSN, aunque los nuevos datos apuntan a que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central nuclear sigue estando por debajo de los límites legales.

- Hasta la fecha, este organismo ha realizado mediciones a 579 personas, "sin encontrar en ningún caso indicios de incorporación de material radiactivo".

- Se ha decidido reclasificar el suceso notificado por la central el pasado día 4 de abril del nivel 1 provisional en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) a nivel 2 "por inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador".

- El CSN está trabajando en la apertura de un expediente sancionador a la empresa y exigirá que se depuren responsabilidades.

- El cobalto-60 se produce cuando materiales como el acero absorben la radiactividad de los reactores, según la agencia de protección ambiental estadounidense. Tiene usos médicos como la radioterapia pero puede ser peligroso ya que emite rayos gamma, que pueden causar cáncer con la exposición prolongada.

- Las centrales nucleares Ascó I, Ascó II y Vandellós II producen anualmente más de 24 mil millones de kilovatios hora de electricidad, lo que supone aproximadamente el 75% de la energía eléctrica generada en Cataluña.

- La explotación de Ascó y Vandellós II se lleva a cabo por la agrupación de empresas formada por el Grupo Endesa e Iberdrola.

-La central nuclear de Ascó está ubicada en el margen derecho del río Ebro en la comarca de la Ribera de Ebro, entre las localidades de Flix y Ascó en la provincia de Tarragona.

Biodiésel con aceite de cocina usado

Evita el impacto ambiental de tirarlo por el desagüe y supone un combustible ecológico que hasta puede producirse de forma casera, aunque con limitaciones

Freír un huevo puede alimentar el estómago pero también el depósito del coche. Convenientemente recogido y transformado, el aceite de cocina usado puede convertirse en gasolina diésel. Su utilización es doblemente ecológica, al evitar que contamine el medio ambiente cuando se aprovecha como biocombustible. Diversos sistemas permiten incluso producirlo en casa, aunque para consumirlo con plenas garantías se aconseja su elaboración industrial. Por su parte, cada vez más municipios españoles ponen en marcha proyectos para potenciar este biodiésel, aunque su desarrollo todavía es incipiente. En este sentido, la colaboración de los consumidores es fundamental para su desarrollo.


A. FERNÁNDEZ M.

Ventajas del biodiésel de aceite usado

El correcto reciclaje del aceite usado, como se apunta en la Escuela de Reciclaje en el Hogar de Consumer Eroski, pasa por depositarlo en un recipiente adecuado y llevarlo a lugares específicos para su recogida, como los puntos limpios.

Sin embargo, la falta de concienciación, el desconocimiento, o las pocas facilidades para su recogida llevan a la gran mayoría de los consumidores a verterlo en la basura o por el fregadero, lo que puede suponer un grave problema medioambiental y de salud pública. Para empezar, este residuo contribuye a la reproducción de potenciales bacterias nocivas en las cañerías, a la obstrucción de las mismas al solidificarse y a la generación de malos olores en las casas.

Pero ahí no acaba el problema: un solo litro de aceite doméstico puede contaminar mil litros de agua y provocar importantes alteraciones en los ecosistemas naturales. Por ejemplo, se puede adherir a las agallas de los peces, y en la superficie de los ríos crear una capa que deteriore su oxigenación.

Por ello, diversos expertos aconsejan utilizar este aceite usado para producir biocombustible. Jose Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España asegura que "es fácil, aceptado y es la forma más razonable de producir biodiésel, solucionando un problema de contaminación ambiental."

Un solo litro de aceite doméstico puede contaminar mil litros de agua y provocar importantes alteraciones en los ecosistemas naturales
Asimismo, su uso como combustible diésel permite abaratar costes de producción, y se trata de una buena materia prima, según un estudio de un equipo de científicos de la Universidad de Castilla-la-Mancha y de la Universidad de Antioquia (Colombia), que ha demostrado que no genera más emisiones de CO2 que los aceites puros.

No obstante, la producción de este tipo de biodiésel es más bien menor, debido a diversas razones de tipo tecnológico, económico, o normativo. Asimismo, en España, las grandes compañías petroleras, a las que no les interesa vender este tipo de biodiésel, controlan la gran parte de la distribución en gasolineras.

Autobuses con biodiésel de aceite usado

Los autobuses son vehículos idóneos para la utilización de este tipo de biodiésel y de hecho, diversas ciudades españolas cuentan entre su flota urbana con autobuses ecológicos que ya lo consumen.

El autobús puede ser un ejemplo en el que se unan diversas prácticas ecologistas. Los consumidores, además de utilizar este medio de transporte público, pueden reciclar el aceite usado de sus casas para que se convierta en su combustible. Así lo ha visto Stagecoach, una de las compañías de autobuses más importantes del Reino Unido. Sus responsables reducen el precio del billete a los usuarios que entreguen su aceite usado a la empresa, que utiliza vehículos con este tipo de biodiésel.

¿Se puede hacer biodiésel casero?

El proceso para convertir el aceite usado en biodiésel no es muy complicado en teoría: básicamente consiste en mezclarlo con un alcohol, como el metanol. Por ello, diversas iniciativas proponen a los consumidores transformar el aceite usado de sus cocinas en biocarburante gratis para sus vehículos. En este sentido, en Internet se pueden encontrar webs que incluso detallan cómo hacerlo de forma casera.

El conductor esocés Antony Berretti quiso dar ejemplo de que la idea es posible. Para ello, se propuso recorrer varios países europeos, entre ellos España, con una furgoneta transformada por él mismo, de manera que pudiera repostar su depósito con los aceites vegetales sobrantes de restaurantes.

Por su parte, algunas empresas se proponen incluso venderlo entre los consumidores y hacer negocio de ello. Por ejemplo, la compañía estadounidense Greasecar Vegetable Fuel Systems comercializa unos kits de conversión cuyo precio oscila entre 500 y 1.300 euros, y que según sus responsables se amortiza en unos meses al obtener carburante gratis.

En Internet se pueden encontrar webs que incluso detallan cómo hacerlo de forma casera

La empresa británica Green Fuels se dirige también al mercado doméstico con su procesador de biodiésel FuelPod2. Con un precio de unos 3.000 euros, este aparato es capaz de producir, según sus responsables, hasta 50 litros de biodiésel al día a partir de diversos residuos aceitosos. Sus dimensiones -60 centímetros de diámetro y 1,40 metros de altura- están pensadas para que pueda guardarse en un sótano o en un garaje.

Sin embargo, algunos expertos recuerdan las limitaciones de producir este tipo de biodiésel de forma casera. Gloria Etxebarria, técnica del Departamento de Energías Renovables del Ente Vasco de la Energía (EVE), explica que la materia prima es un "popurrí", ya que unos aceites están más usados que otros, más quemados, con impurezas distintas, unos son de girasol, otros de soja, etc.

Por ello, añade esta especialista del EVE, que aunque pueda ser cierto que estos sistemas caseros funcionen a pequeña escala, no son capaces de producir un carburante con la norma EN14214, que especifica cómo debe ser el biodiésel y que aceptan los fabricantes. De esta manera, un biodiésel que no cumpla este criterio perdería la garantía en caso de avería del vehículo.

Asimismo, Emilio Font de Mora, responsable del área de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), asegura que la producción casera puede ser incluso ilegal si no se asumen una serie de requisitos bastante estrictos de tipo medioambiental (el metanol es un producto peligroso) y tributarios (hay que declarar la producción, aunque después se aplique la exención).

Proyectos ecológicos y solidarios

El reciclaje del aceite usado puede dar lugar también a ejemplares experiencias que combinan no sólo valores medioambientales, sino también solidarios. Cinco vecinos en paro del barrio Suerte de Saavedra, en Extremadura, fundaron en 2004 una cooperativa con el doble objetivo de crear puestos de trabajo y proteger el medio ambiente recogiendo el aceite usado para su posterior transformación en biodiésel.

Por su parte, la ONG Madre Coraje, junto al Ayuntamiento de Málaga, puso en marcha en 2007 una iniciativa para recoger el aceite usado de esta ciudad andaluza para convertirlo en jabón y mandarlo a Perú. El aceite que no se utiliza para este fin, una vez filtrado, se vende a empresas que se encargan de convertirlo en un biodiésel para los autobuses urbanos de la capital malagueña. De esta manera, se consigue también un dinero con el que seguir financiando los proyectos que esta ONG tiene en Perú.

Biodiésel con aceite usado en España

La producción de biodiésel con aceite usado en España se lleva a cabo por parte de entidades públicas o universidades que recolectan estos residuos y los llevan a plantas de producción de biodiésel, según el responsable de APPA.

En este sentido, cada vez son más los municipios españoles que llevan a cabo interesantes proyectos de reciclaje de aceites usados para su transformación en biodiésel. El sistema suele consistir en la instalación de contenedores especiales para que los consumidores se desprendan del aceite usado que han guardado en un envase hermético, como una botella de plástico. En ella se debe depositar aceite procedente de frituras, de asados, de conservas, grasas estropeadas o caducadas, y en ningún caso aceite de motor o lubricantes, mayonesas, salsas o preparados, ni mezclado con restos de comida o cualquier otro desperdicio. Posteriormente, una empresa especializada se encarga de su transporte y transformación en biodiésel.

Por ejemplo, el municipio madrileño de Loeches y el segoviano de San Cristóbal ponían recientemente en marcha un proyecto piloto que durará hasta 2009. El consistorio reparte gratuitamente embudos-filtro para que los ciudadanos guarden el aceite en una botella de plástico. Una vez llena, se deposita en los contenedores especiales situados en distintos lugares del pueblo, dado que el sistema incluso permite reciclar el envase.

La colaboración ciudadana resulta fundamental. Los consumidores pueden preguntar en su consistorio si se lleva a cabo algún tipo de proyecto similar, y en caso negativo, solicitarlo

Por su parte, otra curiosa iniciativa, en la que también se incorporan elementos de educación ambiental, es la del instituto Las Espeñetas de Orihuela, en Alicante. Sus alumnos reciclan el aceite usado de sus casas y lo transforman en el laboratorio del centro en biodiésel. El combustible obtenido es utilizado posteriormente en la caldera de la calefacción del instituto.

Normalmente, los responsables municipales suelen informar públicamente de la puesta en marcha de estos proyectos, ya que la colaboración ciudadana resulta fundamental. En este sentido, los consumidores pueden preguntar en su consistorio si se lleva a cabo algún tipo de proyecto similar, y en caso negativo, solicitarlo.

En cuanto a las plantas en España que utilizan aceites usados al 100% o en alguna proporción con otros aceites, son las siguientes: Asthor Biodiésel, en Gijón; Biocarburantes De Castilla, en Valdescorriel (Zamora); Bionor Transformación, en Berantevilla (Álava); Bionet Europa, en Reus (Tarragona); Bionorte, en San Martín del Rey Aurelio (Asturias); y Stocks Del Vallés, en Montmeló (Barcelona).

Los ecologistas critican la decisión del Ejecutivo de vincular el Ministerio de Medio Ambiente al de Agricultura

Defendían la creación de una vicepresidencia de Sostenibilidad que coordinase las políticas de todos los ministerios relativas al medio ambiente

La decisión del Gobierno de unificar las competencias de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca no ha gustado a las organizaciones ecologistas. A su juicio, esta medida supone la desaparición "de facto" de la voz del medio ambiente del Consejo de Ministros.

Una de las asociaciones más críticas con el nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha sido Greenpeace. "En un momento en que la dramática situación ambiental requiere de la máxima atención, Zapatero elimina el Ministerio de Medio Ambiente", se lamenta Juan López de Uralde, responsable de Greenpeace España. "No nos cabe duda de que las consecuencias de esta decisión serán muy negativas para nuestro entorno", asegura.

Greenpeace recuerda que el departamento que dirigía Cristina Narbona ha jugado un papel "fundamental y definitivo", especialmente en la protección de la biodiversidad, y ha determinado la política con respecto al cambio climático.

Los conservacionistas han defendido sin éxito la creación de una vicepresidencia de Sostenibilidad que coordinase las políticas de todos los ministerios relativas al medio ambiente. En este sentido, Ecologistas en Acción critica que el presidente del Gobierno haya pasado de "coquetear" con la creación de una vicepresidencia de Sostenibilidad, "a diluir" el Ministerio de Medio Ambiente.

Esta decisión, dice, supone "ignorar" a las organizaciones ecologistas, que habían solicitado un aumento del peso del ministerio desaparecido en repetidas ocasiones.

Aplauso de los regantes

Sin embargo, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), ha aplaudido la decisión de fusionar las carteras por considerar que "supone un reconocimiento explícito al papel que la agricultura de regadío desempeña para la conservación del medio ambiente".

El presidente de FENACORE, Andrés del Campo, confía en que a partir de ahora los trámites medioambientales de las actuaciones derivadas del uso del agua en la agricultura sean "más fluidos" y que permitan a los regantes "disponer de las obras de regulación necesarias para garantizar el suministro de agua en épocas de sequía como la actual".

Del Campo ha aprovechado para añadir que la unión de ambas carteras contribuirá a aliviar la crisis de popularidad que atraviesan los agricultores, ayudando a que la sociedad conozca los impactos beneficiosos de su actividad sobre el medio ambiente, a través de la aportación de oxígeno a la atmósfera por la función de fotosíntesis, por su papel de auténticos sumideros de CO2 y por la fijación de la población al territorio, entre otros.

domingo, 13 de abril de 2008

VIGO CIUDAD: CRECIMIENTO DESBORDANTE O CRECIMIENTO SOSTENIBLE

Una depuración adecuada de sus aguas, un gran laboratorio de área y el alcantarillado separativo son necesidades de Vigo

VIGO CIUDAD: CRECIMIENTO DESBORDANTE O CRECIMIENTO SOSTENIBLE

GECMA, que cumple 30 años, viene proponiendo, desde hace mucho tiempo, una MARCA para Vigo y una DENOMINACIÓN DE ORIGEN para los incomparables productos marinos de su Ría.

La evolución posterior y las transformaciones incorporadas por las necesidades, las exigencias o los intereses de sus habitantes, han desembocado, sobre todo a raíz de la Revolución Industrial de comienzos del siglo XIX, en una situación desproporcionada y de enorme complejidad.

Es verdad que las ciudades se enfrentan a un crecimiento desbordante, a procesos de especulación del suelo y encarecimiento de la vivienda, a factores de inseguridad y exclusión social, a la demanda de equipamientos e infraestructuras del transporte y el abastecimiento de agua y energía, y a un deterioro creciente del medio ambiente urbano por la contaminación, el ruido, los residuos o los vertidos.

Por todo lo anterior, los gobiernos deben definir una política económica y medioambientalmente justa, equilibrada y sostenible; destinadas, por una parte, a corregir e invertir las tendencias de degradación y, por otra, impulsar en toda la estrategia de planeamiento urbano los aspectos que ayuden y favorezcan la calidad de vida y el desarrollo humano, definiendo un modelo de desarrollo de nuestras ciudades adecuado a las condiciones, características y tradiciones. Una política medioambiental tendente al mantenimiento de un entorno de calidad compatible con un sistema apropiado de comunicaciones, por tierra, mar y aire, y equipamiento interior.

Estas políticas, estas acciones, deben realizarse con vistas al futuro, siendo sensibles con las críticas poder regenerar el mensaje y las acciones, y este camino sólo es posible recorrerlo con una gran responsabilidad por parte de todos. De poco sirve que unos se preocupen, si otros se desentienden. Por ello es preciso que participen en su elaboración y seguimiento las distintas administraciones públicas que actúan en el territorio, los agentes económicos y sociales, los propios ciudadanos a través de un proceso constante de formación e información, los colectivos medioambientales y ecologistas, especialmente preocupados con el uso y gestión de los recursos naturales y los técnicos o especialistas que deben aportar sus conocimientos y experiencias. Hoy en día hay muchos “profesionales” del “marketing” medioambiental que viven de “proyectos” intranscendentes y de “marear la perdiz” entre el amiguismo y el clientelismo en algunas instituciones.

PROBLEMAS AMBIENTALES

PROBLEMAS AMBIENTALES

Los problemas medioambientales no son cuestiones que preocupen sólo a una minoría, sino que se han convertido en una exigencia de la colectividad en su conjunto, de todos los ciudadanos. Por tanto, estamos en presencia de un tipo de cuestiones y de preocupaciones que, realmente, responden a aspiraciones mayoritarias.

La preocupación por la problemática ambiental no es reciente, pues cuenta ya con varios siglos, aunque en la actualidad dicha inquietud se transforme en angustia. Ello es así porque la concepción, dinámica y dimensión acerca del tema han ido modificándose en cada tiempo y lugar, subyaciendo siempre el paradigma de interés por cuidar el entorno que rodea al hombre.

El mundo actual es protagonista de una crisis general, crisis que a no dudar genera adelantos y una nueva economía por aprovechar, pero produce un estado de incertidumbre respecto a la intensidad del cambio y sus posibles consecuencias.

Indudablemente, no habría cuestión ambiental alguna, si los recursos del Planeta fueren infinitos o si, en tal caso, no se dependiera de ellos para la subsistencia; lamentablemente no es esa la situación y es por ello que devienen los conflictos con el ambiente.

Se puede decir que nos hemos apropiado de la tierra y que nos creemos los amos absolutos de lo que se produce en ella. Disfrutamos de las montañas y de las llanuras, y los ríos son nuestros. Sembramos el grano, incluso transgenico, y plantamos los árboles. Fertilizamos la tierra, detenemos, dirigimos y corregimos el curso de los ríos. En resumidas cuentas, con nuestras manos nos atrevemos, mediante nuestras acciones en el mundo, a crear, por así decir, otra naturaleza.

Todo ello nos ha llevado a una situación peculiar: la explotación de estos recursos ha hecho que la naturaleza se viera cada vez más degradada y que en contraste con el bienestar que se pretendía conseguir se creara una situación de insatisfacción. La salud humana, la necesidad de gozar de la naturaleza, los recursos disponibles se ven afectados por el aumento de la degradación y hacen al hombre sentirse inquieto y en conflicto con su tendencia a la superación del nivel de calidad de vida que va adquiriendo. En consecuencia, el hombre se ha dado cuenta de la fragilidad del medio en el que vive, frente a sus actividades y nace un nuevo concepto en el esquema de valores del género humano: la protección y restauración del medio ambiente y el de ciudades medioambientalmente sostenibles.

En cuanto a esto último, todos sabemos que las ciudades no nacen de forma espontánea; es un producto humano, en cuyo origen late la aspiración de unos hombres y mujeres que pretendían un espacio en común de libertad, de desarrollo, de seguridad, de convivencia y de creatividad.

Las ciudades siempre han representado el “triunfo del hombre sobre la naturaleza” la ruptura de los estrechos vínculos y los compromisos que le une a ella y al medio ambiente. Representan la forma más concreta de la relación entre la sociedad y el medio ambiente. En todo el mundo, han pasado a convertirse en una especie de símbolo de crisis ambiental, ya que transforman recursos naturales valiosos en desechos y contaminantes.

GECMA Y EL DIÁLOGO CON LA EMPRESA

GECMA Y EL DIÁLOGO CON LA EMPRESA

“Nosotros siempre hemos mantenido diálogos interesantes y sinceros con la empresa, porque ella como agente determinante en el proceso productivo y elemento dinamizador de la economía, conforma un activo protagonismo, al igual que los grupos de ecología, a la hora de hablar de las actuaciones ambientales y modelos de ciudad.

Es necesario empezar a diseñar y construir un nuevo modelo de ciudad:

Una ciudad que recupere, ante todo, su dimensión humana, hecha a la medida de los ciudadanos y ciudadanas que la habitan, como lugar de convivencia, de trabajo y de progreso, sabiendo que habitamos en un mundo cada vez más globalizado y deslocalizado.

Un progreso basado en el desarrollo sostenible y la modernización ecológica, capaz de mantener unas relaciones armoniosas entre los seres humanos y la naturaleza.

Una ciudad basada en criterios medioambientales de salubridad, de calidad de vida, de bienestar, de fácil accesibilidad para todas las personas y de un desarrollo equilibrado que apueste, entre otras cosas, por las denominaciones de origen. En este concepto trabaja, entre otros, GECMA.

Nuestro planeta necesita de todos. No debemos olvidarnos que “Desarrollo y responsabilidad ambiental” son principios inseparables. Por eso pedimos a todas las autoridades que gobiernen para la paz, el desarrollo sostenible y la ecología, porque ese es el futuro que necesita el planeta.

LA GRAN IMPORTANCIA ECONÓMICA

LA GRAN IMPORTANCIA ECONÓMICA

GECMA había propuesto en 1982 y posteriormente en las Jornadas de Turismo, celebradas en Vigo, organizadas por José Antonio Ferreras y el Club de Marketing, que Vigo tuviese su propia Marca “al igual que Sabadell presume de textil o Albacete de navajas, nosotros podemos presumir de gastronomía, cultura o de los incomparables productos marinos de nuestra ría. Pero para ello es necesario apostar por el saneamiento integral, por el medio ambiente y por la economía del ocio compatible con la industria…”.

Más recientemente, a principios de 2007, en una conferencia en la AAVV de Coruxo, han dicho que: Todo los que gastemos en el saneamiento de la ría y en el medio ambiente es altamente rentable… Pensemos en cuantos problemas y presiones de empresas en clara alusión a Pescanova- se hubiesen solucionado o evitado si tuviésemos una Ría impecable que nos permitiese tener una denominación de origen para nuestros incomparables productos marinos. Todas se pelearían por estar aquí. Pensemos, también, en cuantos empresarios estarían interesados en ubicarse en este ámbito geográfico, para disfrutar de una denominación que vende por sí misma. Y aún ahora con la previsión de realizar una nueva depuradora, si no se resuelve antes el problema de los subproductos líquidos industriales que llegan a la depuradora (nosotros habíamos propuesto y seguimos proponiendo, la construcción de un gran laboratorio de área y la necesaria separación de las aguas pluviales de las fecales), estaremos invirtiendo dinero, tiempo y esfuerzo en algo que, dentro de unos cuantos años, tendrá un final parecido, por no decir igual, a la actual depuradora”.

En distintos medios de comunicación se dice que: “Ahora mismo el Lagares está contaminado y la depuradora de Coruxo es incapaz de tratar todas las aguas contaminadas que le llegan. La depuradora del Lagares, la mayor existente en la ría, derrama cada día al mar 166 millones de litros de carga contaminante. De este total, 46 millones no reciben ningún tipo de tratamiento, mientras que los 120 restantes van saturados de coliformes, bacterias consideradas como indicadores de contaminación fecal en el control de calidad del agua destinada al consumo humano.
Aceptemos la previsión utópica de la Xunta y Gobierno Central de que en 2012 esté construida una nueva depuradora en la Xunqueira do Lagares y construida una red separativa de aguas negras, grises y pluviales…”.

GECMA viene solicitando, y denunciando públicamente, desde hace tiempo la necesidad de preservar esta xunquera formada por la desembocadura de él río Lagares, en nuestra Reía de Vigo y muy importante a nivel de él patrimonio natural local. A pesar de su pequeña dimensión, en esta marisma si desarrollan diferentes formaciones vegetales, como espartinales, praderas saladas de gramíneas, juncales marítimos y otras comunidades palustres que si distribuyen según él gradiente de la influencia marina.

En esta pequeña joya natural del municipio destaca la diversidad de la avifauna. Aunque garzas y garcetas son las aves más llamativos que frecuentan esta marisma, su importancia ornitológica deriva de la gran variedad de limícolas que buscan refugio o alimento en la Xunqueira do Lagares, bien en paso migratorio postnupcial o bien como invernantes.

La importancia de la Xunqueira do Lagares, además de sus propios méritos naturales, se encuentra en su localización, al estar estratégimente situada entre los tres grandes humidais del sur de la provincia, la ensenada de San Simón, Gándaras de Budiño y Estuario del Miño.

Se puede citar también el interés histórico de la Xunqueira do Lagares, derivado de la presencia de restos de una antigua explotación de salazón, conservándose parte de los muros de las salinas y las ruinas de un alfolí.

Los mayores contaminantes de la Ría provienen de los vertidos de los asentamientos residenciales e industriales de los pueblos ribereños y especialmente del Río Lagares, debido a las deficiencias observadas en el PSIV y en suya EDAR, creando enfermedades hídricas, problemas sanitarios en las playas, deterioro de la riqueza biolóxica, malos olores, sensación de cloaca en algunas partes y alteamento del Juncal - debido a las sueltas de lodos - que, unido a la reducción de sus laderas impermeabilizadas por el proceso urbanizador (calles, aceras, edificios o casas, ...), aminora su función de absorber los excesos de las escorrentías fluviales de ambas vertientes del río en las grandes avenidas, con las consiguientes inundaciones en las diversas partes de la ciudad. Factor importante en el mal funcionamiento de la EDAR es la mezcla de vertidos industriales*, fluviales y fecales que sobredimensionan la cantidad de líquidos a depurar y producen la muerte de las cepas de bacterias aeróbicas y anaeróbicas encargadas de eliminar los residuos orgánicos en suspensión en las aguas fecales, convertiendo la depuradora en un almacenamento de aguas sucias, fétidas, altamente contaminantes y a los lodos de las decantadoras en inservibles para su utilización, por el que al evacuarse directamente al estuario producen la muerte fulminante de todo el ecosistema, hasta llegar a exterminar zampas y mejillones en las rocas existentes en la playa de Foz, extendiéndose la mancha en toda la frente de la playa de Samil, tapizando sus fondos areosos con una gruesa sombrerete de lodo.

Otro de los problemas que afecta a la turbiedade de las aguas de este precioso vaso, con la consiguiente disminución de la riqueza planctónica, base de la pirámide acuícola, es el cultivo del mejillón (mejilloneras), cuyas deposicións masivas tienen una notoria incidencia negativa en la calidad de las aguas. Por eso el GECMA propone la absorción periódica de las deposicións, para su tranformación en abono.

EL GECMA propone la implantación de un centro de tratamiento, reciclaje y reutilización de los subproductos líquidos industriales, de magnitud suficiente para absorber la potencialidad industrial del Área Metropolitana, con un servicio de recolección y transporte la medio de camiones cisternas, creando un consorcio para la implantación y mantenimiento del mismo entre los industriales radicados en este ámbito, la Zona Franca y las demás administraciones públicas responsables del medio ambiente. Así como avanzar en la recolección selectiva, incluyendo los aceites domésticos, usados, potenciando su reciclaje y utilización del biodiésel.

¿Qué es la contaminación y cómo actúa?

¿Qué es la contaminación y cómo actúa?

La contaminación se define como acción de contaminar que, a su vez, la RAE define como “alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos”.

Cuando alteramos las condiciones normales de nuestro medio ambiente se producen cambios, casi siempre impredecibles y, en muchos casos, irreversibles.

Contaminante
Un contaminante es toda sustancia orgánica o inorgánica, natural o sintética, que en su proceso de producción, manejo, transporte, almacenaje o uso puede incorporarse al medio. Los efectos que puede tener la introducción de contaminantes en el medio ambiente son diversas.

Fuentes de contaminación
La principales fuentes de contaminación química son las emisiones y vertidos industriales, la gestión de los residuos y los hidrocarburos. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la producción industrial y el comercio contribuye en un 41,4% a la contaminación del suelo, el vertido y tratamiento de los residuos urbanos en un 15,2% y la industria del petróleo en un 14,1%. Existen otras fuentes contaminantes entre las que se encuentran la minería y la agricultura, sobre todo la dependiente de agrotóxicos.

La contaminación afecta a distintos medios. Los principales contaminantes atmosféricos son los gases de efecto invernadero que potencian el cambio climático (CO2, CH4, NOX, SOX... ), los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAHs) y las partículas (PM10 y PM2.5, según su diámetro en micras). Los contaminantes más relevantes en agua y suelos son el nitrógeno y el fósforo, los metales pesados, las sustancias organocloradas y los hidrocarburos.

Origen de los contaminantes
En ocasiones la contaminación tiene lugar por la liberación de sustancias que se encuentran en la naturaleza, pero en concentraciones muy superiores. Este aumento de la concentración de determinadas sustancias que provoca el hombre desequilibra las condiciones químicas del medio, altera los ecosistemas y deriva en la degradación de la calidad de los recursos naturales. Este es el caso de la eutrofización o de la concentración de arsénico en agua.

Existen también muchas sustancias sintéticas que llegan al medio ambiente y alteran las condiciones fisico-químicas de la atmósfera, el suelo y el agua. Algunas de estas sustancias, por varias razones, son especialmente peligrosas. Los problemas más importantes se suelen dar cuando las sustancias son:

• persistentes, es decir, tienen dificultades para degradarse en la naturaleza, con lo que pueden permanecer en ella durante décadas o siglos.


• bioacumulativas, esto significa que pueden acumularse en los tejidos de los seres vivos cuando entran en contacto con ellos (por inhalación, ingestión o via dérmica). De esta forma, la sustancia entra en la cadena trófica y la contamina. Además, generalmente la concentración de esta sustancia asciende en la cadena alimentaria, en lo que se denomina biomagnificación. Como los contaminantes son estables, tienden a no descomponerse con eficacia en el medio ambiente o en los tejidos corporales. Los humanos están en la cima de muchas cadenas alimentarias distintas y, como resultado, son excepcionalmente vulnerables. Los bebés humanos, un escalón más arriba que sus madres en la cadena, son incluso más vulnerables y los que pueden sufrir las dosis más altas de contaminación.


• tóxicas, aunque resulte evidente decirlo, la toxicidad de los contaminantes es un factor clave en su peligrosidad. Muchas de las sustancias que están llegando a nuestro medio son tóxicas para los ecosistemas naturales (ecotóxicas) y para el ser humano.


Efectos de la contaminación

La fauna y los seres humanos se han convertido en depósitos de docenas de sustancias químicas tóxicas. Se cree que todos los habitantes de la Tierra están ya contaminados y que el cuerpo humano puede contener hasta 200 sustancias químicas peligrosas. Año tras año, se añaden nuevos elementos a la mezcla a la que estamos expuestos.

Los efectos tóxicos de las sustancias son muy amplios y se empezaron a detectar inicialmente en la fauna. La comunidad científica realmente sabe muy poco sobre los efectos a largo plazo de muchos de estos contaminantes, especialmente cuando actúan combinados entre sí. Un gran número de los que ya se han estudiado en detalle revela vínculos con un alarmante conjunto de enfermedades. Se sabe que algunas sustancias sintéticas que usamos a diario causan cáncer y de otras se sospecha que tienen impactos adversos sobre el desarrollo de los niños y niñas. Algunas se relacionan con diversos problemas cerebrales y del sistema nervioso y varias pueden causar, por ejemplo, que los peces cambien de sexo.

Muchas de estas sustancias se han encontrado como contaminantes de los alimentos que comemos, del aire que respiramos y en productos de consumo diario. Otras se generan como subproductos no intencionados en los procesos industriales o durante el tratamiento que se da a los residuos. Como resultado de su extendida producción, uso y liberación, ahora y en el pasado, se pueden encontrar varias sustancias tóxicas como contaminantes en el aire y el agua, cerca de incineradoras, vertederos, plantas químicas, refinerías y otras instalaciones industriales. En consecuencia, también se encuentran como contaminantes en nuestra dieta (Ver gráfico de biomagnificación).
El aumento de la contaminación se ha correspondido con un aumento de la incidencia de determinadas enfermedades. Por ejemplo, la incidencia de muchas formas de cáncer está creciendo rápidamente y algunas enfermedades del sistema reproductor también están aumentando.


La campaña de contaminación
Los Grupos de Ecología como Greenpeace o GECMA(Grupo de Ecología Científica y Medio Ambiente) han trabajado denunciando los problemas de contaminación desde su fundación en España, hace más de 20 años el primero y desde 30 años el segundo.

Ahora, dada la magnitud del problema, ha decidido, Greenpeace, intensificar sus esfuerzos y lanzar una campaña dedicada exclusivamente a dar a conocer el grave estado de contaminación del medio ambiente español. La organización quiere así presionar a los agentes implicados y forzar cambios hacia modelos más respetuosos con el medio.

La campaña de contaminación se centrará en denunciar la problemática ambiental asociada a tres grandes sectores: la industria, la gestión de residuos y los hidrocarburos. Para ello su metodología de trabajo será la de investigar la situación, denunciarla y proponer alternativas para generar cambios.

En el informe "Contaminación en España" se toma el pulso a la situación general de la contaminación en España para, a partir de él, analizar en profundidad el problema en toda su complejidad. Greenpeace cuenta también con el respaldo de la unidad científica de la Universidad de Exeter, en Gran Bretaña, que será además el laboratorio de referencia para las analíticas que se realizarán en todo el Estado.

CONTAMINACIÓN EN ESPAÑA

CONTAMINACIÓN EN ESPAÑA

La presencia de contaminantes en España no está suficientemente documentada, pero la información de que se dispone es suficiente para establecer un nivel de preocupación elevado.

El propio Registro Estatal de Fuentes Contaminantes, EPER, que recoge los datos proporcionados por las 2.159 industrias más contaminantes de España sobre 44 sustancias peligrosas, reconoce el vertido de 1.219.709 toneladas de estos contaminantes al agua cada año.

Teniendo en cuenta que la fuente de información son las propias industrias, que estas sustancias suelen estar en bajas concentraciones en los vertidos y que los datos no son completos, las cifras resultan escandalosas.

Resulta difícil realizar una comparativa de la situación española con respecto a otros países europeos dada la falta de documentación, pero sí sabemos que sufrimos casos de contaminación que se sitúan entre los más graves del planeta.

Un estudio de Greenpeace sobre la contaminación, realizado en 10 países europeos, concluyó que los ríos y lagos europeos están contaminados con sustancias químicas peligrosas bioacumulativas y persistentes. Se utilizó la anguila europea para buscar retardantes de llama bromados, unas sustancias que se utilizan en textiles, plásticos y aparatos electrónicos, y PCBs, unos tóxicos que dejaron de utilizarse en los años 70. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.

Los resultados muestran que las anguilas de todas las zonas elegidas contienen, al menos, un retardante de llama bromado, lo que indica la amplia dispersión de estos químicos en las aguas europeas. Las anguilas españolas se recogieron en el río Miño y en el Delta del Ebro. La anguila gallega destacaba por su alto contenido en HBCD, un retardante de llama bromado. De hecho, los niveles que presentaban fueron los terceros más altos de Europa. Los niveles que se encontraron de PCBs en ambas anguilas, superaban los niveles detectados en otro estudio de estas características realizado en 2003 en el río Turia.

Son muchos los estudios científicos que revelan los altos niveles de contaminación por diversas sustancias y en diferentes lugares en España. Se han documentado en muchas ocasiones altos niveles de organoclorados y otros contaminantes emergentes en el río Ebro y su afluente el río Cinca, que son zonas muy industrializadas. Se detectaron retardantes de llama bromados y DDT en Alburnos, en el río Cinca, y en sedimentos y peces en el río Vero (afluente del Cinca). La contaminación también alcanza la costa por vertidos directos, por el transporte marítimo o a través de los ríos, provocando los mismos efectos de persistencia y bioacumulación que encontramos en las aguas continentales y en los suelos. Se han detectado hidrocarburos aromáticos policíclicos, PAHs, en agua marina y aguas interticiales de la Bahía de Cádiz. Igualmente, se detectaron PAHs en sedimentos marinos, tanto en Galicia, tras el vertido del Prestige, como en la Bahía de Algeciras, una zona de alta densidad industrial y de tráfico marítimo.

Efectos sobre el medio ambiente y la salud pública

Efectos sobre el medio ambiente y la salud pública

Las estadísticas oficiales intentan ocultar el daño real producido por la fabricación y uso de sustancias químicas y no tiene en cuenta su impacto sobre el medio ambiente y la salud pública. Los primeros efectos se detectan siempre en la fauna. En Huesca, por ejemplo, se documentó la mayor prevalencia de patologías hepáticas en peces expuestos a los vertidos de una planta cloro-álcali y en Doñana se detectó cómo la exposición a sustancias organocloradas dificulta la reproducción del águila imperial.

El empleo y manipulación de estas sustancias supone un riesgo evidente tanto para las personas que trabajan con ellas como para el resto de la población, expuesta a la contaminación ambiental que producen. De hecho, los contaminantes acaban en nuestros alimentos. Diversos estudios han observado que en España, por ejemplo, muchas muestras de carne, pescado, huevos, leche, mantequilla, queso o cereales contienen residuos de sustancias organocloradas.

Esta contaminación es fruto de la mala gestión de los residuos procedentes de las plantas de origen de estos productos químicos.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica provoca en España, 16.000 muertes prematuras al año. Esto significa 10 veces más que la mortalidad que producen anualmente los accidentes de tráfico.

Mortalidad por cáncer

La reciente difusión del Atlas municipal de mortalidad por cáncer en España 1989-1998, publicado por el Instituto de Salud Carlos III y editado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE), ha confirmado la conclusión epidemiológica, ya conocida por la comunidad científica y por las autoridades políticas y sanitarias, de que la distribución de mortalidad en España por cáncer y otras enfermedades no es homogénea. Este informe viene a sumarse al Atlas de mortalidad en áreas pequeñas en España (1987-1995) de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Según estos estudios, Asturias y País Vasco lideran los casos de cáncer de pancreas. Hasta un 12% de los casos se pueden deber a la exposición en el trabajo a contaminantes como disolventes orgánicos, compuestos de níquel, pesticidas o a hidrocarburos. El cáncer de encéfalo y el mieloma se dan principalmente en País Vasco y Cataluña; los de boca y faringe predominan en el suroeste, Asturias y Euskadi, y el de esófago en el Cantábrico y Cádiz. Estos datos confirman que las zonas industriales disparan los tumores.

Cabe destacar, tras el estudio de ambos documentos, que en Andalucía las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz son las zonas en las que los indicadores globales de mortalidad revelan la probable existencia de un problema de salud pública. Problema que las Administraciones no están teniendo suficientemente en cuenta y ante el que no pueden permanecer impasibles.

En esas tres provincias vive casi el 8% de la población española y acumulan la tercera parte de las zonas con mayor riesgo de mortalidad. En esas áreas de alto riesgo se aprecia entre las causas de muerte más frecuentes enfermedades tan diferentes como el cáncer de pulmón, la diabetes o la enfermedad isquémica. En el caso de Cádiz y Huelva se trata de emplazamientos con una concentración importante de industria pesada (química, petroquímica, centrales térmicas...). Estos datos quedan también de manifiesto en las estadísticas del Ministerio de Salud y Consumo del año 2006 sobre la mortalidad por cáncer en España (ver cuadro adjunto). Andalucía (fundamentalmente por Cádiz y Huelva) supera la media española y la europea en mortalidad por cáncer.

Enfermedades laborales

Enfermedades laborales

El 25,4% de los trabajadores españoles (3.976.558 personas) están expuestos a sustancias cancerígenas, no sólo en el sector químico sino en empresas usuarias de productos químicos. Se estima que, en España, 4.000 trabajadores mueren anualmente por la exposición a sustancias químicas, más de 36.000 enferman y este tipo de sustancias producen más de 18.000 accidentes laborales cada año. Según un estudio del Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS), el riesgo químico es mayor en trabajadores no cualificados y operarios de planta, ya que son el personal más expuesto a estos contaminantes, aunque también destacan los casos de trabajadores de empresas de trabajo temporal.


¿Quién asume los costes de la contaminación?

Con los emisarios submarinos es mucho más difícil controlar los vertidos industriales.
La contaminación de nuestro medio ambiente ha sido el resultado de políticas industriales, de residuos y de transporte muy laxas y permisivas. Esto ha permitido a las empresas obtener grandes beneficios con sus negocios ya que no incluyen los costes asociados a la contaminación y a la degeneración de la salud pública.

Los costes asociados a la contaminación son mayoritariamente asumidos por la ciudadanía a través del deterioro del medio ambiente, de la salud pública y de los fondos públicos que van dirigidos a subsanar, en la medida de lo posible, las agresiones de las empresas.

España ocupa el primer puesto en el porcentaje de presupuesto público que se utiliza para descontaminación de suelos industriales, en un estudio realizado en 19 países europeos. Nuestro país, junto a la República Checa y Macedonia, son los únicos que cubren el 100% de estos costes con gasto público. En contraposición, el erario público francés sólo asume el 7% de los gastos de descontaminación.


Los casos más graves

Los casos de contaminación más graves en España son, sin duda, los provocados por las empresas Fertiberia y FMC Foret en Huelva y por la empresa Ercros en Flix.

En las balsas de fosfoyesos, en Huelva, las empresas Fertiberia y FMC Foret han acumulado, y siguen haciéndolo, 120 millones de toneladas de residuos que contienen metales pesados y radionucleidos y provocan la contaminación sistemática de la ría. Hoy el entorno de Huelva alcanza uno de los niveles de contaminación industrial más altos del planeta. Huelva ostenta el récord español de mortalidad por cáncer.

Otro caso a destacar es la contaminación producida por la planta de fabricación de cloro y sustancias cloradas de la empresa ERCROS en el embalse de Flix. Tras más de un siglo de producción ha generado un “islote” de lodos tóxicos de más de 700.000 toneladas que contiene varios organoclorados (DDT, PCBs, HCB,...), mercurio, radionucleidos y otras sustancias tóxicas. La descontaminación del embalse de Flix costará más de 200 millones de euros que saldrán casi en su totalidad del erario público. Mientras, ERCROS sigue teniendo permiso para producir y verter contaminantes al río Ebro.

La permisividad de las Administraciones

La permisividad de las Administraciones

Los casos de la contaminación en Flix y en Huelva son dos ejemplos, no sólo de los altos niveles de contaminación que se pueden encontrar en España, sino de la permisividad y la falta de control con la que la industria se ha desarrollado y continúa operando en nuestro país.

El pasado 31 de octubre de 2007 venció la fecha límite que estableció la UE en 1996 para que toda la industria europea hubiese adquirido la Autorización Ambiental Integrada y utilizase las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs).

España, en una interpretación particular de la Directiva, ha permitido a algunos sectores, como a la industria de cloro-álcali, retrasar la utilización de las MTDs al año 2020 y ha dado seis meses extra a toda la industria para adaptarse a la legislación europea sobre prevención y control integrados de la contaminación, ya que a finales de octubre de 2007 sólo el 30% de la industria española cumplía los requisitos legales.

Contaminación industrial

Contaminación industrial

Desde que comenzó el desarrollo de la industria química, se calcula que se han producido y diseminado en el medio ambiente aproximadamente 100.000 nuevas sustancias químicas. Además, cada año esta cifra se va incrementando en 1.000 nuevas sustancias. El conocimiento del impacto de estas sustancias sobre el medio ambiente y la salud humana es escaso y, en la mayoría de los casos, no existe.

Desde que estas sustancias se liberan al medio, se van acumulando en el agua, en el aire, en el suelo, en los alimentos e incluso en nuestros tejidos. Con el tiempo, actúan sobre ellos amenazando nuestra salud. Muchas de estas sustancias podrían ser extremadamente tóxicas para los seres vivos, pero la realidad es que no se conocen todavía sus efectos, ya que la gran mayoría todavía no se han estudiado.

Hemos creado un desarrollo industrial sobre el planteamiento erróneo de que el planeta puede asumir los altos niveles de contaminación a los que lo sometemos y a estas alturas estamos alcanzando un deterioro medioambiental sin precedentes. Las organizaciones ecologistas han advertido durante decenas de años de que es necesario un cambio en el concepto de desarrollo que definitivamente lo desvincule del deterioro medioambiental. Es urgente adoptar el principio de precaución y abandonar el modelo actual centrado en lo que llamamos soluciones de “final de tubería”.

Estas soluciones buscan reparar o “controlar” el daño en lugar de eliminarlo. Pero muchas sustancias químicas peligrosas no son controlables y terminan en los ríos, en los seres vivos acuáticos y así entran en la cadena alimentaria. Por eso, nos encontramos ahora con unos altos niveles de contaminación química en el agua y con cientos de sustancias sintéticas en los tejidos de los seres humanos. La depuración no es “la solución”, sino sólo una parte de ella. Carece de relevancia si no está acompañada de medidas desde el origen. Sólo no vertiendo sustancias contaminantes evitaremos que se acumulen en el agua.

La única vía de asegurar la vida de nuestros ríos y mares como recurso pasa por la producción limpia. Esto implica que no se utilicen sustancias peligrosas en los procesos de fabricación y que no se liberen sustancias peligrosas durante el uso de los productos ni cuando se convierten en residuo.

La degradación ambiental no se detiene sola y el desarrollo económico no tiene por qué potenciarla. El modelo de desarrollo actual tiene que dar un giro si no queremos contaminar un recurso cada vez más escaso como el agua y seguir propiciando la emisión de gases de efecto invernadero.

¿Qué tipo de industrias son las más contaminantes?

Conocemos como industria pesada la que utiliza como materia prima grandes cantidades de productos brutos (pesados) para ser transformados y poder ser utilizados como materia prima por otros sectores industriales. La industria pesada necesita grandes instalaciones y es muy contaminante. Normalmente se encuentran cerca de los recursos o cerca de un puerto mercante al que pueden llegar grandes cantidades de materia prima. Los principales sectores de la industria pesada son la metalurgia y la química.

La industria metalúrgica tiende a ubicarse siempre cerca de los recursos. Necesita grandes espacios para instalar sus sistemas productivos: altos hornos, trenes de laminación, lugares de almacenamiento, transporte interno, etc. Son plantas que exigen grandes inversiones. Proporciona lingotes, forjados, tubos, planchas de acero, hierro, aluminio u otros metales, etc. Esta industria permite tener asociadas otras formas de rendimiento como la producción de energía eléctrica en los altos hornos o la obtención de cemento. Son las llamadas plantas de cogeneración.

La industria química es más variada. Utiliza una amplia gama de recursos: combustibles sólidos, líquidos y gaseosos, pirita, cal, sales, productos vegetales y animales, etc. Su proceso de producción puede llegar a ser muy complejo, por lo que el valor añadido es mayor y no dependen tanto de una localización cercana a los recursos. Además, los productos químicos necesitan de unas condiciones de transporte y almacenamiento muy especializadas. Sus trabajadores deben de estar altamente cualificados. Los productos más comunes que proporciona son fertilizantes, colorantes, explosivos, plásticos, gomas, caucho, detergentes, aislantes, fibras artificiales, productos farmacéuticos, etc. El refinado de petróleo es un tipo de industria química especial que proporciona muchos productos. Todas ellas son potencialmente muy peligrosas, por lo que suelen ubicarse lejos de las poblaciones.

Vertidos industriales

Dada la variedad en la producción del sector industrial y de sus residuos, los vertidos son igualmente amplios tanto en lo referente a su composición como al medio donde se emiten. Los procesos industriales casi siempre emplean agua (fabricación, refrigeración, limpieza...) por lo que es el medio hídrico quien habitualmente sufre en mayor medida los efectos de esta actividad. Los vertidos se producen directamente a cauces o tras el paso por Estaciones de Depuración de Aguas Residuales Industriales (EDARI) especialmente diseñadas para tratar aguas industriales. Aunque legalmente todos los vertidos industriales deberían hacerse a través de una EDARI, muchas empresas e industrias vierten a través del alcantarillado municipal, que sólo dispone de EDAR urbanas, no diseñadas para eliminar los compuestos tóxicos y peligrosos.

En otros casos, como los polos químicos, situados en la franja costera o próximos a ella, los vertidos se hacen a través de tuberías submarinas o “emisarios”. Estos tienen la particularidad de ser más difícilmente controlables por las autoridades responsables del control de los vertidos, por lo que se emplean para arrojar de forma descontrolada cualquier tipo de contaminante.

Las emisiones a la atmósfera mediante chimeneas o escapes accidentales o los vertidos directos al suelo, como consecuencia del almacenamiento de residuos o derrames y fugas accidentales (o no) son también otros de los principales focos contaminantes del sector industrial. Los vertidos al suelos generalmente terminan por afectar tanto a las aguas superficiales como a las subterráneas.

En España existen múltiples ejemplos de contaminación industrial que han generado graves efectos sobre la salud de las personas y el medio ambiente. Caben destacar los vertidos al río Ebro procedentes de Ercros en Flix (Tarragona) y los producidos por Fertiberia y FMC-Foret en el Polo Químico de Huelva. En ambos casos, sustancias extremadamente tóxicas y peligrosas han sido arrojadas al medio ambiente sin ningún control.

Las industrias más contaminantes

Las industrias más contaminantes

Dentro del amplio espectro de empresas del sector industrial caben destacar algunas que en su producción emiten contaminantes persistentes, tóxicos o radiactivos.

Industria del cloro y plantas de PVC:
Cloro y sus derivados:
Elnosa (Pontevedra)
Solvay Química (Torrelavega, Cantabria)
Electroquímica (Hernani, Guipuzcoa)
Química del Cinca (Mozón, Huesca)
Aragonesas (Sabiñánigo, Huesca)
Ercros (Flix, Tarragona)
Aragonesas (Vila-Seca, Tarragona)
Aragonesas (Palos de la Frontera, Huelva)

Plantas de PVC:
Grupo Aragonesas-Aiscondel S.A. (Monzón, Huesca)
Atofina España S.A. (Hernani, Guipúzcoa)
Solvay (Martorell, Barcelona)
Grupo Aragonesas-Aiscondel S.A. (Vila-Seca, Tarragona)

Papeleras (fábricas de celulosa-pasta de papel):
Grupo Empresarial ENCE, S.A. (Louzirán, Pontevedra)
Grupo Empresarial ENCE, S.A. (Navia, Asturias)
Sniace, S.A. (Torrelavega, Cantabria)
Papelera Navarra (Sangüesa, Navarra)
Sarrió Papel, La Montañanesa (Zaragoza)
Zicuñaga Hernani (Guipúzcoa)
Leizarán Andoaín (Guipúzcoa)
Papelera de Amaroz (Tolosa, Guipúzcoa)
Pastguren, S.L. (Aranguren-Zalla, Vizcaya)
Rottneros Miranda, S.A. (Miranda de Ebro, Burgos)
Grupo Empresarial ENCE, S.A. (Huelva)

La industria papelera (papel y pasta de papel) se concentra principalmente en la Cornisa Cantábrica (País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia), Aragón y Cataluña (el 65,72%).

Industria metalúrgica:
Arcelor España (Avilés, Asturias)
Sidenor Industrial (Reinosa, Cantabria)
Global Steel Wire, S.A. (Santander, Cantabria)
Acería de Álava, S.A. (Amurrio, Álava)
Tubos Reunidos, S.A. (Álava)
Aceros Inoxidables Olarra, S.A. (Vizcaya)
Acería Compacta de Bizkaia, S.A. (Vizcaya)
Nervacero , S.A. (Vizcaya)
Aceralia Perfiles Bergara, S.A. (Bergara, Guipúzcoa)
GSB Acero, S.A. (Legazpia, Guipúzcoa)
Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, S.A. (Beasain, Guipúzcoa)
Arcelor Olaberría, S.L. (Guipúzcoa)
GSB Acero, S.A. (Azkoitia, Guipúzcoa)
Arcelor Corrugados Azpeitia, S.L. (Azkoitia, Guipúzcoa)
Arcelor Alambron Zumarraga, S.A. (Zumarraga, Guipúzcoa)
Productos Tubulares, S.A. (Vizcaya)
Sidenor Industrial, S.L. (Fabrica de Basauri, Vizcaya)
CELSA (Castellbisbal, Barcelona)
A.G. Siderúrgica Balboa, S.A. (Jerez de los Caballeros, Badajoz)

La producción se concentra en Asturias y Euskadi con un 65% del total. Las dos tecnologías más empleadas son la de altos hornos y la de fusión de chatarra en horno eléctrico. Las materias primas empleadas son coque (un residuo del carbón), mineral de hierro y chatarra. En la actualidad cobra cada vez más importancia la fabricación de aceros especiales para tecnologías de vanguardia.

Otras plantas a destacar:
Fertiberia (Huelva) - planta de fertilizantes
FMC-Foret (Huelva)- planta de fertilizantes

¿Qué efectos tiene su contaminación?

Industria del cloro y plantas de PVC:
La industria del cloro y las plantas de PVC emiten un amplio rango de sustancias contaminantes entre las que cabe destacar el mercurio y las dioxinas.

Las dioxinas (policlorodibenzodioxinas, policlorodibenzofuranos y otras sustancias relacionadas, como PCBs) son uno de los grupos de sustancias químicas más estudiados debido a su gran toxicidad. Se forman como subproducto en procesos industriales en los que interviene el cloro, incluyendo la combustión de sustancias cloradas. Son conocidos los graves efectos causados por las dioxinas emitidas tras el accidente de una industria química en Seveso (Italia), los daños sobre los soldados americanos que lucharon en Vietnam y sus descendencias por las dioxinas que contenía el Agente Naranja o por el caso de Times Beach, Missouri (EE.UU.), en donde se tuvieron que evacuar a miles de personas al descubrirse elevados niveles de dioxinas en las carreteras locales que durante años habían sido rociadas con aceite industrial residual contaminado con dioxinas.

Las dioxinas son sustancias persistentes y con tendencia a bioacumularse en toda la cadena alimentaria, de forma que su concentración aumenta en los eslabones superiores, donde se encuentra el ser humano. Por este motivo y por su elevada toxicidad, las dioxinas se encuentran entre el grupo de 12 sustancias (docena sucia) que el Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes establece como prioritarias para su eliminación.

Existen numerosos estudios sobre los efectos tóxicos de las dioxinas: cáncer, daños a los sistemas inmunológico, reproductor, endocrino y nervioso, alteraciones del desarrollo intelectual infantil...etc. Muchos de estos daños pueden ocurrir a dosis a las que las poblaciones de algunas zonas industrializadas ya están expuestas. Las dioxinas son sustancias cancerígenas en animales de experimentación y probables cancerígenas en los seres humanos.

Los productos de PVC, además, incluyen en su composición numerosos aditivos que les confieren las características específicas que necesitan. Entre estos aditivos se encuentran estabilizantes, plastificantes, pirorretardantes, pigmentos, biocidas...etc, en cuya composición intervienen numerosas sustancias tóxicas: metales pesados (cadmio, plomo), ftalatos, parafinas cloradas, biocidas...etc.

La gran toxicidad de estas sustancias y sus graves efectos sobre la salud están recogidos en los tratados de toxicología. Destacamos, por su importancia, los ftalatos, sustancias utilizadas como plastificantes que se encuentran en todos los productos blandos o elásticos, como envases, mangueras y tuberías, juguetes, bolsas de suero y sangre ...etc.

Estudios de varios investigadores europeos y americanos indican que los ftalatos son contaminantes hormonales. Esto es, afectan al sistema hormonal produciendo distintos daños en el organismo, incluyendo la pérdida de fertilidad masculina.

El PVC genera inevitablemente ácido clorhídrico, dioxinas y otras sustancias organocloradas de extrema toxicidad cuando se quema, ya que lleva cloro en su composición. Por otra parte, el PVC representa la principal fuente de cloro en los residuos urbanos. De hecho, la formación de dioxinas en las incineradoras y vertederos de basuras es debido fundamentalmente al PVC.

El mercurio es un metal, no esencial, extremadamente tóxico y sin ninguna función nutricional o bioquímica. Los mecanismos biológicos para eliminarlo son pobres y es el único metal que se biomagnifica, es decir que se acumula progresivamente según pasa por la cadena alimentaria. Además, tiende a permanecer en el medio dada su poca capacidad para degradarse. El mercurio inorgánico (mercurio metálico y compuestos de mercurio inorgánicos) pasa al aire durante la extracción de depósitos minerales, al quemar carbón, basuras y a partir de plantas industriales. El mercurio pasa al agua o al suelo desde basureros o por la actividad volcánica. Las concentraciones de mercurio en el medio ambiente están creciendo debido a la actividad humana.

El cloruro mercúrico y el metilmercurio son “posibles carcinógenos humanos”. Además, la exposición a metilmercurio tiene como resultado daños permanentes en el sistema nervioso central, a las funciones del cerebro, riñones y en el desarrollo del feto. El mercurio puede dañar el material genético, tener efectos negativos sobre la reproducción y provocar defectos congénitos o abortos.

Papeleras (fábricas de celulosa-pasta de papel):
El proceso de fabricación del papel trae aparejado el uso de sustancias químicas altamente tóxicas como el dióxido de azufre (causante de la lluvia ácida), el dióxido de cloro, clorofenoles (organoclorados), hipoclorito, dioxinas y furanos que son vertidos a la atmósfera y al medio hídrico (ríos y costas) y que pueden provocar trastornos en el sistema inmunológico, nervioso y reproductor debido a sus compuestos cancerígenos y mutagénicos.

Industria metalúrgica:
Como característica general se trata de procesos que suelen emitir restos de grasas, detergentes, metales, ácidos y sustancias básicas. Sus vertidos son poco biodegradables y con un alto potencial toxicológico. Los principales compuestos vertidos a las aguas son el cromo, el plomo y el mercurio. Estos afectan gravemente a los riñones y al hígado. Causan mareos, molestias en la piel, dolor de cabeza y pérdida de conciencia. El cromo es potencialmente cancerígeno. También emiten al aire y a las aguas CO2, CH4, benzeno, hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), NOx, arsénico, cianuro, zinc...

Plantas de fertilizantes:
Para fabricar fertilizantes químicos es necesario tratar una roca sedimentaria denominada fosforita. Este proceso se hace con ácido sulfúrico. Se obtiene así fertilizantes, ácido fosfórico y yeso. La suma de estos dos últimos es un residuo denominado fosfoyeso. La fosforita tiene en su composición metales pesados como arsénico, plomo, mercurio y cadmio que pasan de la fosforita a los fosfoyesos al no haber ningún tratamiento que los elimine.

Los fosfoyesos son susceptibles, además, de contener radionucleidos de las familias del uranio (238 y 235) y del torio 232 en concentraciones anormalmente elevadas. Estos elementos se encuentran en la propia fosforita de la que proceden. La concentración media de uranio en el fosfoyeso es cinco veces superior a la de un suelo no contaminado. Además, las concentraciones de radio 226 y de plomo 210 son unas 20-30 veces superiores a las de un suelo normal.

Contaminación por residuos

Contaminación por residuos

La generación de residuos municipales no deja de crecer, a pesar de que se ha alertado de los graves riesgos que esto conlleva de saturación y contaminación. Cabe destacar la grave crisis que está sufriendo Nápoles al respecto, consecuencia de fallidas políticas de residuos. La situación napolitana es hoy anecdótica, pero el imparable crecimiento de basuras podría convertirla en habitual. En España, la gestión de los residuos es aún muy deficiente y muy dependiente de los tratamientos finalistas (vertederos e incineradoras).

Desde el año 1996 hasta los últimos datos de que se disponen, de 2005, el crecimiento total de residuos urbanos en España ha sido del 46%. En cuanto a la evolución de la producción de residuos por habitante y día, para eliminar el crecimiento derivado del aumento de población, observamos que hemos pasado de generar 1,06 Kg diarios a 1,39Kg, un aumento del 31,1%. Este crecimiento se produce, además, cuando el Plan Nacional de Residuos 2000-2006 establecía como objetivo reducir los residuos a la cota de 1996.

Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, el 74,3% de los residuos urbanos generados acaban quemados en incineradora o enterrados en vertederos.

¿Cuáles son los tratamientos de residuos más contaminantes?

¿Cuáles son los tratamientos de residuos más contaminantes?

Las principales fuentes de contaminación de los residuos urbanos son los vertederos y, sobre todo, la incineración.

Los vertederos incontrolados o aquellos a los que están llegando los residuos sin seleccionar (que son la gran mayoría de los que funcionan en España) tienen grandes impactos sobre el medio ambiente, sobre todo por los lixiviados que se producen contaminando suelos y aguas subterráneas.

Los residuos urbanos son una mezcla heterogénea de materiales que pueden contener decenas de miles de sustancias químicas diferentes. Depositar esta basura en vertederos puede provocar que estas sustancias se liberen al medio ambiente. En el caso de las plantas donde se queman estos residuos, la situación es aún más complicada, ya que los procesos de combustión conllevan la generación de nuevas sustancias, algunas de las cuales se han identificado como muy peligrosas. Éste es el caso de las dioxinas.

Incineración
La quema de residuos es una práctica muy perjudicial para el medio ambiente y nada efectiva para solucionar la crisis de los residuos. Los defensores de la incineración argumentan, a fecha de hoy, que la contaminación generada por las incineradoras es cosa del pasado, que hay una normativa muy estricta, que debemos aceptar todas las posibilidades tecnológicas y que es una solución al grave problema con la cantidad de basura que producimos. Sin embargo, detrás de estos argumentos se esconde el negocio de la construcción de incineradoras (una tecnología muy cara), el negocio de la gestión de residuos (en manos de empresas privadas subvencionadas) y la falta de voluntad política por acabar con el problema de los residuos.

Han surgido nuevas formas de incineración, nueva tecnología y nombres que esconden la misma realidad de contaminación e insostenibilidad. Son las llamadas plantas de gasificación, pirólisis, termólisis y plasma. Estas tecnologías calientan los materiales residuales a altas temperaturas creando residuos gaseosos, sólidos y líquidos. Los gases luego se someten a combustión, un proceso que emite, también, contaminantes peligrosos. La Unión Europea considera a estas tecnologías como “incineración”.

Plantas incineradoras:
Sogama, Cerceda (A Coruña)
Zabalgarbi (Bilbao)
Girona (Girona)
Vielha (Lleida)
Sant Adriá del Besós (Barcelona)
Mataró (Barcelona)
Tarragona (Tarragona)
Incineradora de residuos industriales en Constantí (Tarragona)
Son Reus (Mallorca)
Valdemingómez (Madrid, Comunidad de Madrid)
Melilla (Melilla)
El Paso, La Palma (Tenerife)

Cementeras
Otras formas de incineración en aumento son las llamadas de uso de “combustibles alternativos” por plantas de fabricación que tienen procesos de combustión. Es el caso de las plantas cementeras, que están apostando muy fuerte por incorporarse al negocio de gestión de residuos utilizándolos como combustible a pesar de la contaminación que genera esta práctica, tanto del entorno como del producto final (el cemento). La poca visión ambiental de las Administraciones españolas está permitiéndolo.

Plantas cementeras que queman residuos:
Cementos Cosmos (Oural, Lugo)
Cementos Alfa (Valdeolea, Cantabria)
Financiera y Minera (Arrigorriaga, Vizcaya)
Lemona (Bilbao, Vizcaya)
Financiera y Minera (Añorga, Guipuzcoa)
Portland Valderribas (Venta de Baños, Palencia)
Holcim (Yeles, Toledo)
CEMEX (Yepes, Toledo)
Lafarge-Asland (Villaluenga de la Sagra, Toledo)
Uniland Cementera (Sitges, Barcelona)
CEMEX (Alcanar, Tarragona)
CEMEX (Lloseta, Mallorca)
CEMEX (Buñol, Valencia)
Lafarge-Asland (Valencia)
CEMEX (Sant Vicent del Raspeig, Alicante)
Holcim (Lorca, Murcia)
Holcim (Torredonjimeno, Jaén)
Grupo Cosmos (Córdoba)
Holcim (Carboneras, Almería)
Holcim (Gádor, Almería)
Holcim (Jerez de la Frontera, Cádiz)
Cementos Goliat (Málaga)

¿Qué efectos tiene su contaminación?

Todos los hornos donde se queman residuos son fuentes de contaminación ambiental al emitir a la atmósfera, o al medio en general (por medio de las cenizas), sustancias de elevada toxicidad, como metales pesados (cadmio, plomo, mercurio, cromo, cobre, etc.) y compuestos orgánicos, entre los que destacan las dioxinas y furanos, retardantes de llama bromados, los PCBs y los PAHs. Es, además, de especial preocupación la exposición a este tipo de sustancias, ya que no existen límites que aseguren protección total.

a) Partículas

Las partículas se clasifican según su tamaño. Las partículas PM10 tienen un diámetro inferior a 10 micras, las partículas finas PM2,5 por debajo de 2,5 micras y las ultrafinas PM1, por debajo de una micra. Es importante la diferenciación ya que el menor diámetro de las partículas se relaciona con mayores afecciones sobre la salud. Los hornos donde se queman residuos emiten grandes cantidades de partículas finas y ultrafinas, ya que las de mayor tamaño son las únicas sobre las que los filtros de mangas tienen una eficiencia superior. En cambio, entre el 70 y 95% de las partículas finas y prácticamente la totalidad de las ultrafinas escapan a los filtros.
Varios estudios han mostrado que los metales tóxicos se acumulan en las partículas ultrafinas y que el 95% de los PAHs (contemplados en el reglamento 850/2004 sobre COPs) se asocian a las partículas finas.

b) Metales pesados

Los metales no se destruyen durante el proceso de combustión de los residuos y, por lo tanto, se emiten al medio ambiente o a través de la chimenea adheridos a las partículas que no han podido ser retenidas por los filtros o por las cenizas.

La proporción de metales en las emisiones a la atmósfera desde las incineradoras es muy alta, incluso superior a las emitidas por los coches. Entre los 35 metales que se pueden emitir desde las incineradoras varios son cancerígenos o son sospechosos de serlo. La inhalación de metales provoca su acumulación en tejidos vivos. Los metales de mayor preocupación, por sus altos niveles de toxicidad, son el plomo, el cadmio, el cromo, el arsénico y el mercurio.

c) Compuestos orgánicos tóxicos

En la combustión de residuos se liberan cientos de compuestos químicos, entre los que se encuentran los PAHs, retardantes de llama bromados, PCBs, dioxinas y furanos. Estas sustancias son lipofílicas y se acumulan en los tejidos grasos, manteniéndose activos en los organismos vivos durante años. Por esta razón, no existen limites que aseguren la protección total frente a ellas. Los compuestos orgánicos tóxicos están relacionados con una gran variedad de afecciones para la salud: pubertad precoz, endometriosis, cáncer de mama, disrupción tiroidea, reducción en el recuento espermático y otros desórdenes en los tejidos reproductivos masculinos como el cáncer testicular.

Un documento de diciembre de 2005 de la Sociedad Británica para la Medicina Ecológica concluyó que:

Los grandes estudios epidemiológicos muestran defectos congénitos y mayores ratios de cáncer infantil y en adultos en el entorno de las incineradoras. Estudios menores y una gran cantidad de investigaciones apoyan estos resultados y sugieren que un amplio rango de enfermedades podrían estar relacionadas con la exposición a estos contaminantes.

Investigaciones recientes confirman que la contaminación por partículas, especialmente las finas PM2,5, un contaminante típico de las incineradoras, contribuye de forma importante al desarrollo de enfermedades de corazón, al cáncer de pulmón y a otras enfermedades y tiene una relación lineal con la mortalidad. Las incineradoras son generadoras de partículas y su uso no está justificado debido a lo tóxicas y cancerígenas que son las partículas finas.

Las incineradoras también emiten metales pesados y una gran variedad de sustancias químicas orgánicas. Estas sustancias incluyen conocidos cancerígenos, disruptores hormonales y sustancias que pueden unirse a los genes, alterar el comportamiento, dañar el sistema inmunológico y afectan al desarrollo intelectual.
La principal preocupación son los efectos a largo plazo de las emisiones de las incineradoras sobre el desarrollo del embrión y de la infancia y la posibilidad real de que se produzcan cambios genéticos y se transmitan a las generaciones posteriores. Se ha documentado mayor vulnerabilidad a las sustancias tóxicas en los más jóvenes, especialmente fetos, causando cáncer, abortos espontáneos, defectos de nacimiento y daños cognitivos irreversibles.

Las dioxinas y furanos y los PCBs se encuentran entre las sustancias que tienen que eliminarse de forma progresiva por el Convenio de Estocolmo para la eliminación de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), auspiciado por Naciones Unidas y ratificado por España. Además hay que considerar los PAHs que, aunque no se incluyen en este Convenio, se recogen en el Reglamento 850/2004 sobre COPs que tiene como objeto establecer un marco jurídico comunitario que haga cumplir el Convenio de Estocolmo y de Ginebra.

No existen niveles seguros de emisión para las sustancias persistentes (tardan años o décadas en degradarse) y bioacumulativas (se acumulan en todos los organismos de la cadena alimentaria, aumentando su concentración en los últimos eslabones). La cantidad final que llega a los organismos vivos, incluido el ser humano (que se encuentra al final de la cadena alimentaria), es muy superior a los niveles que emiten las incineradoras.

La mayoría de los contaminantes a los que se hace referencia en este apartado no están sujetos a control alguno sobre su emisión al medio ambiente o los controles son muy débiles impidiendo conocer la emisión real y los efectos que estas liberaciones puedan causar.

Por esta razón, el informe de la Sociedad Británica de Medicina Ecológica recomienda “la incorporación de un sistema más estricto y comprensible para todas las plantas de incineración realizado por un organismo independiente que realice análisis en visitas no anunciadas” y “que no se construyan más incineradoras de residuos”.

Ninguna incineradora, ni aquellas con sistemas de control de la contaminación de tecnología de vanguardia, puede destruir el 100% de los residuos.


Plantas cementeras que queman residuos

Existen otros handicaps específicos de los hornos cementeros que los hace aún menos adecuados incluso que las incineradoras para tratar residuos. La emisión de partículas en estas instalaciones es más preocupante puesto que es mayor y la tipología de estas partículas las hace más peligrosas para la salud humana. Las partículas que se emiten en la combustión de una mezcla de lodos de depuradora y carbón provocan daños pulmonares más graves que cuando sólo se quema carbón.

Uno de los problemas más comunes de este tipo de instalaciones se produce cuando hay un rápido movimiento del clinker (materia base del cemento) desde las partes altas del horno a las más bajas. El clinker a menudo se separa y cae como una avalancha generando gases calientes, que causan un gran aumento de la presión en esta parte del horno. Para prevenir una explosión o antes de que se genere algún daño a los equipos del horno, se instalan válvulas de escape. Las válvulas se abren inmediatamente liberando al medio ambiente una nube de residuos cuya combustión ha sido parcial. De esta forma, las emisiones no atraviesan los equipos de control de la contaminación, a pesar de tratarse de compuestos muy tóxicos (no han tenido una combustión completa). Las válvulas permanecen abiertas hasta que se corrige el problema, incluso después de que haya descendido la presión.

Por otro lado, las grandes dimensiones del horno hacen difícil el control de las condiciones físico-químicas de la clinkerización, una condición necesaria para controlar las emisiones. Para lograr el equilibrio en el funcionamiento es necesario que la temperatura se mantenga estable, para lo que la presencia de oxígeno deberá ser baja (<5%) y el combustible debe ser una mezcla muy homogénea y estable. La homogeneidad real de la alimentación del horno no es alcanzable con un material tan variable como los residuos, dada, por ejemplo, la humedad que presentan. La introducción de materiales húmedos o heterogéneos, las dosificaciones inadecuadas o una alta presencia de oxígeno pueden alterar significativamente este equilibrio.

El Estudio y Resultados de la participación del Sector Cementero Español en el Inventario Nacional de Dioxinas y Furanos, realizado por el propio sector, muestra la dificultad de control real de las emisiones de las plantas cementeras reconociendo que “dentro de un mismo horno, y para un mismo tipo de residuo, se pueden obtener valores y perfiles de emisión diferentes” y afirmando que “es fundamental el control en la alimentación/introducción de los residuos en el sistema, así como la correcta dosificación y la optimización de la misma. El comportamiento del sistema se puede volver inestable si las dosis no presentan un margen de seguridad suficientemente amplio”.

Contaminación por petróleo

Contaminación por petróleo

La extracción, el refino, el transporte y el uso de hidrocarburos es una fuente muy importante de contaminación ambiental, y en concreto, tiene grandes impactos sobre el medio marino.

El vertido de hidrocarburos y otras sustancias relacionadas con su procesado provocan la contaminación de la costa y de los océanos con consecuencias sobre la fauna marina y la biodiversidad.

La contaminación por hidrocarburos en su extracción y tratamiento se relaciona muy directamente con la emisión a la atmósfera y al agua de sustancias tan contaminantes como el CH4 (metano) o el CO2 (dióxido de carbono) que inciden sobre el cambio climático o tan peligrosas para la salud humana como los PAHs (hidrocarburos aromáticos policíclicos), el benceno, los compuestos organoclorados y varios metales pesados.

¿Cuáles son las prácticas más contaminantes?

Transporte marítimo

Entre los principales focos de contaminación por hidrocarburos se encuentra el transporte marítimo. El traslado de materiales es una de las principales fuentes de contaminación por hidrocarburos de los océanos. De hecho, el grupo de expertos sobre aspectos científicos de la protección del medio ambiente marino de Naciones Unidas (GESAMP) estima que desde los barcos se produce el 37% de la contaminación de este tipo, que se calcula en 457.000 toneladas medias anuales.

La contaminación marina por hidrocarburos desde los barcos se produce de diferentes maneras. Por un lado, existen grandes vertidos debido a los accidentes de buques que transportan fuel. Éste es el caso del Prestige, que provocó el vertido de más de 60.000 toneladas de fuel pesado y una marea negra de grandes dimensiones que dejó más de 2.890 km de costa afectados, cientos de miles de aves petroleadas y afecciones a la salud que aún hoy permanecen.

Pero los episodios de contaminación no se deben exclusivamente a accidentes. Otro foco muy preocupante es el de los pequeños pero vertidos continuados que se producen desde los barcos sobre todo por fugas, vertidos ilegales u operaciones de rutina como la limpieza de sentinas, que ocurren en alta mar. Éste es el caso de la contaminación de la Bahía de Algeciras que, aparte de otras fuentes de contaminación de origen industrial, soporta gran cantidad de vertidos dado que se trata de la zona de mayor tráfico marítimo de España. Un estudio científico llevado a cabo por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del CSIC determinó que la contaminación de los sedimentos de la Bahía de Cádiz que estaban afectados por bajos o maderados pero continuos vertidos de hidrocarburos están más contaminados que los afectados por grandes vertidos accidentales como el del Prestige.

España posee importantes vías mundiales de tráfico marítimo en sus costas, lo que intensifica la contaminación marina, por la mayor probabilidad de accidentes y por las operaciones de rutina y vertidos que ocasionan los barcos durante sus travesías y fondeos. En 2006, el Dispositivo de Separación de Tráfico Marítimo del Estrecho identificó 96.188 buques, de los cuales, 21.343 transportaban mercancías peligrosas, siendo esta zona la de mayor tráfico marítimo de España. La segunda resultó Fisterra, por donde pasaron en 2006, 41.942 buques de los cuales la tercera parte cargaba mercancías peligrosas.

Bunkering/repostaje en el mar

El bunkering es la práctica de transferir combustible de un barco a otro. Una maniobra muy arriesgada porque provoca vertidos de hidrocarburos al mar con mucha frecuencia. Generalmente, se realiza con gabarras de pequeño tamaño que cargan menos de dos mil toneladas. Sin embargo, en Gibraltar se realiza incluso con buques o “gasolineras flotantes”, que transportan ente 80.000 y 100.000 toneladas, algo que no está permitido en ningún otro lugar de la UE. Tres son las “gasolineras flotantes” que actúan en Gibraltar. Sólo una de ellas tiene doble casco (como exige la legislación de la UE), Europa Supliré de Bunker Gibraltar. Ni el Europa Venture, también de Bunker Gibraltar, ni el Vema Baltic de Vemaoil podrían entrar en ningún otro puerto comunitario. La Bahía de Algeciras ocupa el cuarto puesto mundial en volumen de bunkering. Anualmente se transfieren 6 millones de toneladas de combustible, dos en la parte española y 4 en la gibraltareña. Del fuel comercializado en Gibraltar, el 40% es suministrado por la refinería de CEPSA de San Roque, que lo vende a través de su filial gibraltareña. La situación de incumplimiento de la legislación europea por parte de Gibraltar está convirtiendo la Bahía de Algeciras en una zona absolutamente degradada ambientalmente e insalubre.


Refinerías

Las refinerías de crudo contribuyen también en gran medida a la contaminación del medio ambiente. En concreto, según datos de GESAMP, la contribución de la contaminación marina por hidrocarburos está generada en casi un 20% por plantas costeras, como las refinerías. De las diez refinerías que existen en España, sólo una no se encuentra en la costa y se trata de la que la empresa Repsol tiene en Puertollano (Ciudad Real). En esta ciudad, por ejemplo, los niveles de asma son significativamente más elevados que en la localidad de Ciudad Real, donde no existe o existe en menor medida la influencia de la contaminación atmosférica generada por el complejo de Repsol.

Las otras nueve refinerías son: tres de la empresa Repsol en Tarragona, A Coruña y Cartagena; tres refinerías de Cepsa en Santa Cruz de Tenerife, Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Cádiz); una de la empresa Petronor (de la que Repsol posee el 85,98%) en Bilbao; una de BP Oil España en Castellón; y una planta de ASESA (50%Repsol y 50% Cepsa) en Tarragona. Esto significa que el refino de crudo en España está en manos de tres empresas: Repsol, que controla el 58,8% de la capacidad nacional de refino, CEPSA con el 32,2% y BP con el 9% restante.

Según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, las refinerías de petróleo emiten a la atmósfera (sin contabilizar los gases de efecto invernadero) 27.142 Tn anuales de contaminantesy vierten directamente al agua 9.850 Tn de sustancias peligrosas. A pesar de que son sólo 10 instalaciones, el refino es el tercer sector en cuanto a vertidos directos de contaminantes al agua.

Refinerías:

Repsol A Coruña
Petronor Bilbao
Repsol Tarragona
ASESA (Tarragona)
Repsol Puertollano (Ciudad Real)
BP Castellón
Repsol Cartagena (Murcia)
CEPSA Huelva
CEPSA San Roque (Cádiz)
CEPSA Tenerife


Plataformas petrolíferas

La explotación en plataformas petrolíferas es otra fuente importante de contaminación por hidrocarburos. Aunque la producción petrolífera española no es muy importante todavía existe extracción de hidrocarburos en varias plataformas, casi todas marinas. El yacimiento terrestre de La Lora o Ayoluengo en Burgos y las plataformas Casablanca, Boquerón y Rodaballo en Tarragona son los únicos puntos de extracción de crudo en España.

Las prospecciones también son relevantes cuando hablamos de contaminación. Constan de dos fases. En la primera se determinan las características físicas del fondo marino y se establece el grado de probabilidad de encontrar crudo. Para ello se emiten ondas acústicas mediante un cañón de alta presión con un nivel sonoro de 215-230 decibelios (el umbral de dolor en el ser humano por emisiones sonoras es de 120 decibelios) que genera lodos y barro por el impacto sísmico de las ondas y la posible liberación de elementos contaminantes del subsuelo como arsénico, plomo o benceno. De igual forma se producen cambios en el comportamiento de la fauna reduciéndose las capturas de pescado. En la segunda fase se procede a la perforación para la toma de muestras. Estas perforaciones son causa frecuente de accidentes de contaminación y los restos de hidrocarburos acaban en las playas.

Plataformas petrolíferas/pozo petrolífero:

Plataforma Casablanca (Tarragona)
Plataforma Boquerón (Tarragona)
Plataforma Rodaballo (Tarragona)
Pozo Ayoluengo (Burgos)

¿Qué efectos tiene su contaminación?


La contaminación por hidrocarburos es principalmente marina, debido al tráfico de buques y a que generalmente las refinerías están situadas en la costa.

Las diferentes fracciones de hidrocarburos tienen comportamientos muy diferentes en el medio ambiente, por sus características físicas o su composición química. Según el tipo de hidrocarburo tenderá a volatilizarse y a dispersarse con facilidad (los más ligeros) o a hundirse y sedimentar en el fondo (los más pesados, como el fuel del Prestige). Otra posibilidad es que el hidrocarburo, en contacto con el agua, emulsione, lo que provoca que su volumen aumente 3 ó 4 veces.

Cuando se produce un vertido, el primer efecto que se detecta es que aparecen aves “petroleadas”. Las aves, al cubrir su plumaje con aceites e hidrocarburos, pierden la capacidad protectora y aislante con lo que en la mayoría de los casos mueren por hipotermia. Las aves que han estado en contacto con el petróleo también pueden perder su flotabilidad y su capacidad de vuelo.

La falta de luz provocada por la película de fuel oil reduce el aporte de oxígeno al ecosistema marino. Además, estas manchas contaminan o matan al plancton, formado por multitud de pequeños organismos que viven cerca de la superficie y que constituyen la base de toda la cadena alimentaria.

Aunque el impacto agudo es más bien de tipo físico, al impedir la capa de hidrocarburos acumulada el paso de la luz y el oxígeno, hay que considerar la aparición de efectos ecotoxicológicos a medio-largo plazo. Estos pueden ser derivados de la presencia de sustancias tóxicas en el petróleo o a la aparición de otras sustancias de degradación de éstas que pueden ser más peligrosas

El petróleo contiene una gran colección de sustancias contaminantes que son tóxicas para la fauna y el ser humano. Entre ellas se encuentran algunos compuestos orgánicos volátiles (COVs), hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) o metales pesados.

Las más preocupantes son los PAHs y sus derivados. Los PAHs se consideran compuestos orgánicos persistentes, ya que su estructura molecular es muy estable, por lo que pueden permanecer en el medioambiente durante largos periodos de tiempo. Presentan una baja solubilidad en agua, pero en cambio son liposolubles y pueden acumularse en los tejidos grasos de los organismos (bioacumulación) incrementando de esta forma su peligrosidad. Los principales impactos de los PAHs en la salud humana se centran en sus propiedades genotóxicas, es decir, causan daños al material genético pudiendo generar efectos mutagénicos y promover el desarrollo de tumores
(carcinogénesis). De hecho, estudios epidemiológicos realizados tras accidente como el del Prestige ha confirmado estos efectos sobre la salud humana.

Aunque los compuestos más estudiados han sido los PAHs, no hay que infravalorar la peligrosidad de sus derivados alquílicos. Éstos son más persistentes que los primeros y en algunas ocasiones también más tóxicos. La alquilación de los PAHs (la introducción de una cadena de hidrocarburo en una molécula orgánica, en este caso de PAH) disminuye la solubilidad en agua pero incrementa su concentración en tejidos grasos y por lo tanto su bioacumulación.

Las vías de exposición a hidrocarburos aromáticos son tres: respiratoria, dérmica y digestiva. Durante las labores de limpieza son la respiratoria y la dérmica. Entre los efectos inmediatos que puede causar la inhalación de los vapores que se desprenden de este fuel están los daños pulmonares y la depresión transitoria del sistema nervioso central. A través de la piel, aunque los efectos inmediatos no son de extrema gravedad, puede producir irritación, dermatitis... Igualmente, se pueden absorber PAHs, dada su liposolubilidad, y a largo plazo fomentar el desarrollo de cáncer de piel.

La fauna sufre efectos tóxicos por exposiciones similares. Por inhalación de gases que se desprenden cuando el hidrocarburo se está volatilizando; por ingestión, al contaminar la cadena alimentaria; y por contacto dérmico. Los vapores que se desprenden pueden dañar el sistema nervioso central de los animales, el hígado y los pulmones. Pueden provocar efectos muy graves en el sistema respiratorio y sobre la piel. A través de la ingestión de petróleo, pueden perder la capacidad de alimentarse o digerir por daños celulares en el tracto intestinal. Algunos estudios muestran incluso, que, a largo plazo, pueden aparecer afecciones reproductivas.

En consecuencia, la contaminación por hidrocarburos tiene un impacto directo sobre la pesca y el marisqueo y, por tanto, en la economía y en la seguridad alimentaria.

La contaminación por metales pesados y por partículas es también muy característica de las zonas industriales donde existe procesado de hidrocarburos. Las emisiones de PM10 disminuyen la calidad del aire e incrementan las afecciones respiratorias.


Contaminantes más peligrosos

La contaminación tiene una importante repercusión en aguas marinas y continentales, suelos y atmósfera.

Es decir, afecta a todas las interfases de la biosfera. Por ello, cualquier ser vivo (vegetal o animal) que forme parte de la cadena trófica está expuesto a incorporar en su organismo cualquier compuesto o contaminante procedente de nuestra actividad industrial.

Entre los diferentes elementos y compuestos químicos que se emiten al medio ambiente cabe destacar por su toxicidad y peligrosidad los metales pesados, los organoclorados, los PAHs, las partículas y los radionucleidos.

Los efectos tóxicos sobre la salud y sobre el medio ambiente son muy variados pero está documentada la relación de muchas enfermedades, como algunos tipos de cáncer, con factores ambientales, principalmente la contaminación. Los efectos de cada elemento se describen en el apartado correspondiente.


Metales pesados

Arsénico (As): el arsénico no se destruye en el medio ambiente, sólo puede cambiar de forma. El arsénico en el aire acaba depositándose en el suelo, donde por sus características químicas permanece en los sedimentos aunque se hagan labores de limpieza. Gran parte de los compuestos del arsénico pueden disolverse en agua, lo que aumenta su dispersión. El arsénico se acumula en los peces.

Varios estudios han demostrado que el arsénico inorgánico puede aumentar el riesgo de cáncer del pulmón, piel, vejiga, hígado, riñón y próstata. La Organización Mundial de la Salud (WHO), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) y la EPA han determinado que el arsénico inorgánico es carcinógeno en seres humanos.

Cadmio (Cd): el cadmio no se degrada en el medio ambiente, pero puede cambiar de forma. En el aire, las partículas de cadmio pueden viajar largas distancias antes de depositarse en el suelo o en el agua. El cadmio entra al agua y al suelo por vertederos, derrames o escapes en lugares que contienen desechos peligrosos. Se adhiere fuertemente a los sedimentos. Parte de este cadmio se disuelve en el agua. Las plantas, peces y otros animales acumulan el cadmio en sus tejidos. El cadmio permanece en el organismo por largo tiempo y puede bioacumularse después de años de exposición a bajos niveles.

El cadmio y los compuestos de cadmio son carcinogénicos. La exposición a cadmio también puede provocar graves lesiones en los pulmones, acumularse en los riñones y, por lo tanto, producir enfermades renales, enfermedades hepáticas o lesiones en el sistema nervioso.

Cromo (Cr): el cromo entra al aire, agua y suelo principalmente en las formas de cromo (III) y cromo (VI). En el aire, los compuestos de cromo están presentes principalmente como partículas de polvo finas que eventualmente se depositan sobre la tierra o el agua. El cromo puede adherirse firmemente al suelo y solamente una pequeña cantidad puede disolverse en al agua pasando así a los niveles más profundos del suelo y al agua subterránea. El Cromo VI (o hexavalente) raramente aparece de forma natural en el medio ambiente, pues se produce generalmente en procesos industriales, como la quema de carbón en las centrales térmicas. El cromo (VI) es carcinógeno en seres humanos.

Mercurio (Hg): el mercurio es un metal, no esencial, extremadamente tóxico y sin ninguna función nutricional o bioquímica. Los mecanismos biológicos para eliminarlo son pobres y es el único metal que se biomagnifica, es decir que se acumula progresivamente según pasa por la cadena alimentaria. Además, tiende a permanecer en el medio dada su poca capacidad para degradarse. El mercurio inorgánico (mercurio metálico y compuestos de mercurio inorgánicos) pasa al aire durante la extracción de depósitos minerales, al quemar carbón, basuras y a partir de plantas industriales. El mercurio pasa al agua o al suelo desde basureros o por la actividad volcánica. Las concentraciones de mercurio en el medio ambiente están creciendo debido a la actividad humana.

El cloruro mercúrico y el metilmercurio son “posibles carcinógenos humanos”. Además, la exposición a metilmercurio tiene como resultado daños permanentes en el sistema nervioso central, a las funciones del cerebro, riñones y en el desarrollo del feto. El mercurio puede dañar el material genético, tener efectos negativos sobre la reproducción y provocar defectos congénitos o abortos

Plomo (Pb): no se conoce ninguna función bioquímica nutricional o fisiológica del plomo.

El plomo se encuentra de forma natural en el medio, pero las mayores concentraciones ambientales encontradas son consecuencia de las actividades humanas. El plomo se acumula en los cuerpos de los organismos acuáticos y organismos del suelo. Estos experimentarán efectos en su salud por envenenamiento. El plomo es un elemento químico particularmente peligroso que se puede acumular en organismos individuales y entrar en la cadena trófica.

El acetato de plomo y el fosfato de plomo son carcinogénicos. La exposición al plomo es más peligrosa para niños pequeños y fetos. Los efectos del plomo sobre la salud son los mismos cuando se respira que cuando se ingiere. La exposición al plomo también puede dañar el sistema nervioso, los riñones, el sistema reproductor y provocar problemas de desarrollo en niños y niñas.


Compuestos organoclorados

Dioxinas: las dioxinas son tóxicas, persistentes en el medio ambiente y bioacumulativas, es decir, se acumulan en los tejidos de animales y humanos. Las dioxinas son subproductos no intencionados de actividades humanas relacionadas con la fabricación y el uso de cloro, y la combustión de materiales que contienen alguna forma de cloro. Los niveles de dioxinas en las poblaciones y en el medio ambiente de regiones industrializadas comenzaron a crecer notablemente a partir de la II Guerra Mundial, con la fabricación y dispersión de pesticidas clorados y otros productos químicos y sus residuos. La contaminación por dioxinas no se limita a las inmediaciones de las fuentes de emisión. Como otros contaminantes orgánicos persistentes se transportan miles de kilómetros por medio de las corrientes de aire y como consecuencia se convierten en contaminantes ubicuos globalmente.

Las dioxinas ocasionan una gran cantidad de efectos tóxicos ya que actúan sobre un sistema de regulación bioquímica fundamental en el organismo común en animales y humanos. Las dioxinas ejercen sus efectos uniéndose al “receptor Ah” y como consecuencia afecta a varios genes.

Los efectos toxicológicos de las dioxinas son: carcinogénesis, efectos en el sistema inmune, efectos en el sistema reproductor masculino, efectos en el sistema reproductor femenino, impactos en el desarrollo de niños y niñas y disruptor de hormonas.

No existen niveles seguros de emisión para las dioxinas (tardan años o décadas en degradarse) y son bioacumulativas (se acumulan en todos los organismos de la cadena alimentaria, aumentando su concentración en los últimos eslabones). La cantidad final que llega a los organismos vivos, incluido el ser humano (que se encuentra al final de la cadena alimentaria) es muy superior a los niveles que emiten las incineradoras.

Hexaclorobenceno (HCB): este compuesto es persistente, bioacumulativo y tóxico para la vida acuática, las plantas, animales terrestres y para humanos; se ha utilizado de forma extensiva como un pesticida y en tratamientos de semillas. Las recientes investigaciones indican que el HCB puede contribuir de forma significativa a la toxicidad causada por los compuestos organohalogenados en leche materna.

Este compuesto es un “posible carcinógeno” en humanos. El HCB puede dañar el desarrollo de fetos, el hígado, el sistema inmune y endocrino, el tiroides, los riñones, los huesos, la sangre y el sistema nervioso central. El hígado y el sistema nervioso son los órganos más sensibles a sus efectos.

PCBs: este grupo abarca 209 congéneres diferentes. Alrededor de la mitad de ellos se han identificado en el medio ambiente. Son persistentes, tóxicos y bioacumulativos. Los PCBs altamente clorados son los más persistentes y la mayoría se encuentran como contaminantes ambientales. Los PCBs se han convertido en productos químicos ubicuos globalmente e incluso se encuentran en concentraciones elevadas en tejidos de animales que viven en ambientes que se consideran vírgenes. A los PCBs se les asocia un amplio rango de efectos tóxicos en la salud que incluyen efectos inmunológicos, neurológicos y reproductivos.

Se sospecha que ocasionan muchos impactos en la salud de la vida salvaje y en humanos. Algunos PCBs también producen los mismos efectos sobre la salud que las dioxinas, ya que estructuralmente son productos químicos similares. La producción de PCBs ha cesado prácticamente en casi todos los países. Se estima que, al menos un tercio de los PCB´s que se han producido se han liberado al medio ambiente (Swedish EPA, 1999). Los otros dos tercios permanecen en viejos equipamientos eléctricos y en vertederos de residuos, desde donde continúan lixiviando al medio ambiente. Aunque ésta se considera la mayor fuente de contaminación de PCB´s hoy en día, algunos de ellos también se generan como subproductos de la incineración y en ciertos procesos químicos en los que el cloro está presente.

DDT: el DDT–dicloro difenil tricloroetano– es un pesticida organoclorado, que comenzó a utilizarse de forma extensiva durante la II Guerra Mundial para controlar enfermedades que se transmitían a través de insectos denominados “vectores”. Durante décadas, el DDT tuvo un uso agrícola y forestal, pero debido a su impacto medioambiental se prohibió casi universalmente. Desde entonces numerosos investigadores han documentado los riesgos de los compuestos organoclorados bioacumulativos para los seres humanos y para la vida salvaje en general.

El DDT y sus metabolitos son lipofílicos y, por tanto, se pueden bioacumular en los tejidos grasos. En personas que no trabajan con DDT, la comida es la fuente principal de exposición. La exposición a través de la dieta, sobre todo en los países donde el DDT ha dejado de utilizarse, es por el producto de degradación del DDT, el DDE. El DDE es más persistente tanto en el cuerpo como en el medio ambiente que el DDT y la mayor parte del impacto medio ambiental es atribuible a este compuesto a menos que haya existido exposición reciente a DDT.

El DDT y sus compuestos funcionan como disruptores endocrinos y presentan diferentes modos de actuación. El DDT, que funciona como un imitador del estrógeno, es el más activo. El DDE es probablemente el que está presente a más altas concentraciones en seres humanos y funciona como un inhibidor del andrógeno que actúa contra las hormonas sexuales masculinas. Además, el DDT es un “posible carcinógeno en humanos".

La exposición de la fauna silvestre al DDT y sus metabolitos está principalmente relacionada con la acumulación y la persistencia de estos contaminantes tanto en la cadena alimentaria acuática como terrestre. La ingesta de comida contaminada provoca la acumulación de DDT en tejidos con sus consecuentes efectos reproductivos, de desarrollo y neurológicos. Aunque la principal causa de la disminución de la población son los fallos reproductivos, el DDT puede provocar la muerte de aves por exposición directa.

Partículas

Se ha demostrado en muchos estudios de epidemiología humana, que la contaminación por partículas se relaciona con enfermedades respiratorias y con un incremento de mortalidad prematura, debido a enfermedades respiratorias y del corazón.

Estudios sobre fluctuaciones a corto plazo en el nivel de contaminación atmosférica en una región y la tasa de mortalidad diaria revelan ligeras elevaciones de estas tasas relacionadas con la contaminación por partículas. Estos estudios no indican ningún nivel seguro de partículas, es decir, un umbral por debajo del cual no se incremente la tasa de mortalidad.

Además de estas investigaciones, se han llevado a cabo estudios centrados en el efecto sobre la mortalidad de la exposición a largo plazo a la contaminación del aire. Estos estudios comparan la media anual de las tasas de mortalidad de las poblaciones que viven en áreas diferentes, con la media anual de las concentraciones de la contaminación del aire en zonas más contaminadas. De nuevo se demuestra una asociación entre contaminación por partículas e incremento de mortalidad. El riesgo de mortalidad era un 15-25% más elevado en ciudades con altos niveles de contaminación por partículas, si se comparaba con ciudades con niveles más bajos. Las causas de la mortalidad asociadas con contaminación por partículas se centraban en enfermedades respiratorias, que incluían cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares, particularmente entre los enfermos crónicos o ancianos.

Por tanto, los estudios sobre cambios a corto plazo de contaminación del aire han indicado una asociación entre la mortalidad y la contaminación del aire por partículas.

También se han llevado a cabo investigaciones para estudiar si la exposición a largo plazo a contaminación por partículas, durante un año o más, tiene efectos acumulativos o permanentes sobre la salud. Algunas investigaciones encontraron una asociación con la reducción de la función pulmonar y un incremento de síntomas respiratorios especialmente bronquitis.

En suma, los datos epidemiológicos indican que existe una alta probabilidad de que exista una relación causa-efecto entre contaminación por partículas finas y los efectos adversos en la salud. Aunque se conoce poco sobre los impactos que ocasionan estas partículas en la salud, las partículas ultrafinas, posiblemente ácidas, pueden inflamar el tejido de los alveolos pulmonares, provocando enfermedades y muertes relacionadas con el sistema respiratorio y el corazón. Las investigaciones sugieren que los factores más importantes que contribuyen a la inflamación son: el pequeño tamaño de las partículas ultrafinas, su gran superficie para la liberación de metales de transición, su insolubilidad y la posible generación de radicales libres.

Hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs)

La familia de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) es un grupo de hidrocarburos que consisten en moléculas que contienen dos o más anillos aromáticos de 6 carbonos fusionados.

La mayoría de los PAHs contienen habitualmente anillos de benceno fusionados aunque hay que tener en cuenta la existencia de PAHs basados en estas estructuras que contienen grupos alquilo. Existen más de 100 grupos de PAHs diferentes.

Los PAHs se consideran compuestos orgánicos persistentes (COPs), por lo que pueden permanecer en el medioambiente durante largos periodos de tiempo sin alterar sus propiedades tóxicas. Las propiedades semivolátiles de los PAHs les otorga gran movilidad en el medioambiente.

Pueden ingresar a las aguas superficiales a través de la atmósfera y de descargas o vertidos directos. También se detectan en aguas freáticas, como resultado de la migración directa de aguas superficiales contaminadas o como consecuencia de suelos contaminados. Los compuestos de mayor persistencia se acumulan en plantas, peces e invertebrados terrestres y acuáticos. Los mamíferos pueden absorber los PAHs por inhalación, contacto dérmico o, en menor frecuencia, por ingestión. Las plantas pueden absorberlos a través de las raíces en suelos contaminados. Los PAHs de menor peso molecular se absorben más rápidamente que los de mayor peso molecular. En sistemas acuáticos, los PAHs crecen en toxicidad según incrementan su peso molecular. Además, la bioacumulación tiende a ser rápida. La absorción de PAHs en suelo es directamente proporcional al contenido de materia orgánica y al mayor peso molecular del PAHs e inversamente proporcional al tamaño de las partículas del suelo. Los PAHs con menor peso molecular se volatilizan con mayor facilidad.

Los principales impactos de los PAHs en la salud humana se centran en sus propiedades genotóxicas, es decir, causan daños al material genético (teratogénicas, mutagénicas y carcinogénicas). Los más potentes carcinógenos son el benzo (a)antraceno, benzo(a)pireno y el dibenz(ah)antraceno.

Muchos PAHs son carcinógenos, producen tumores en el tejido epitelial en “prácticamente todos los animales testados”. Otros efectos en organismos terrestres están poco probados pero pueden incluir efectos adversos en la reproducción, el desarrollo y el sistema inmunológico.


Radionucleidos

La contaminación radiactiva tiene graves efectos para la salud humana y para el medio ambiente como, por ejemplo, tasas elevadas de cáncer, mutaciones genéticas e inmunodeficiencia.

Radiación alfa: este tipo de radiación solo viaja distancia cortas, por eso las partículas alpha son especialmente peligrosas cuando son inhaladas o ingeridas. No puede penetrar la piel de un ser humano o un trozo de papel.

Radiación beta: las partículas beta son capaces de penetrar la piel humana, por eso son peligrosas cuando entran en contacto directo con la piel.

Radiación gamma: tiene la capacidad de viajar distancias relativamente largas. Es el tipo de radiación más penetrante, similar a los rayos X de alta frecuencia, lo que supone una longitud de atenuación de 16 centímetros en el agua y de 1,5 centímetros en el plomo.

Uranio 238: el uranio 238 y sus subproductos son emisores radiactivos del tipo alfa y beta, ambos cancerígenos que pueden dañar las células de pulmones, huesos, hígado, próstata, intestino y cerebro, causando tumores malignos en estos órganos, tal y como expone un informe de 1999 sobre la salud de los obreros de la industria transformadora de uranio, auditado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos de América.

Tras la inhalación, el uranio 238 se solubiliza y se transfiere de los pulmones a otros órganos, incluyendo el hígado, tejido adiposo y músculos. Con el tiempo, se puede excretar a través de los riñones donde, al tratarse de un metal pesado, induce al desarrollo de nefritis (enfermedad crónica). Estudios realizados a veteranos de la Guerra del Golfo indican que están excretando uranio 238 por la orina y el semen. Se estima que casi 300.000 veteranos estadounidenses han sufrido inhalación de uranio empobrecido.

El uranio 238 tiene una vida media de 4.500 millones de años y en su proceso de degradación pasa por gran parte de los otros radionucleidos existentes.

Radio 226: el radio 226 es un residuo radiactivo especialmente peligroso. El radio 226 tiene una vida media de 1.602 años y es un emisor radiactivo de partículas alfa y rayos gamma. Se puede acumular en la cadena alimentaria y daña los huesos en los seres humanos. El radio 226 también se degrada en radón 222, un gas radiactivo que tiene la capacidad de viajar centenas de kilómetros desde el origen hasta que se degrada en partículas radiactivas sólidas de polonio, bismuto y plomo.

El problema

La contaminación de nuestro aire, agua y suelos es una realidad tristemente asumida por la sociedad que ve el sistema de producción actual un mal menor en aras del crecimiento económico y la “calidad de vida”. Sin embargo, este concepto instalado en el imaginario colectivo queda en entredicho cuando miramos hacia el medio ambiente y descubrimos los niveles de contaminantes que existen en la naturaleza y en nuestros propios cuerpos.

Algunos datos recogidos por Greenpeace en el informe "Contaminación en España" pueden hacernos entender el alcance del problema de la contaminación en nuestro país. El propio Registro Estatal de Fuentes Contaminantes, EPER, que recoge los datos proporcionados por las 2.159 industrias más contaminantes de España sobre 44 sustancias peligrosas, reconoce el vertido de más de 1.200.000 toneladas de estos contaminantes al agua cada año. El aumento de la contaminación se corresponde con un aumento de la incidencia de determinadas dolencias como el cáncer y algunas enfermedades del sistema reproductor especialmente en las áreas más contaminadas.

Casi cuatro millones de trabajadores españoles (el 25,4% del total) están expuestos a sustancias cancerígenas (1). Se estima que, en nuestro país, 4.000 trabajadores mueren anualmente por la exposición a sustancias químicas, más de 36.000 enferman y que este tipo de sustancias producen más de 18.000 accidentes laborales al año. Además, el riesgo lo asumen sobre todo trabajadores no cualificados y operarios de planta.

La contaminación atmosférica provoca en España 16.000 muertes prematuras al año (2), lo que supone 10 veces más que la mortalidad anual por accidentes de tráfico. Estos datos resultan más preocupantes aún cuando sabemos que vienen provocados por el sistema de producción industrial actual, un sistema para el que existen alternativas. ¿Por qué las Administraciones no fuerzan un cambio hacia una producción limpia?, ¿existen intereses detrás de la contaminación?, ¿no existen medidas efectivas u obligaciones legales que impidan que la situación se agrave?, ¿quién va a asumir y está asumiendo los costes de la degradación de nuestro medio ambiente?