domingo, 13 de abril de 2008

PROBLEMAS AMBIENTALES

PROBLEMAS AMBIENTALES

Los problemas medioambientales no son cuestiones que preocupen sólo a una minoría, sino que se han convertido en una exigencia de la colectividad en su conjunto, de todos los ciudadanos. Por tanto, estamos en presencia de un tipo de cuestiones y de preocupaciones que, realmente, responden a aspiraciones mayoritarias.

La preocupación por la problemática ambiental no es reciente, pues cuenta ya con varios siglos, aunque en la actualidad dicha inquietud se transforme en angustia. Ello es así porque la concepción, dinámica y dimensión acerca del tema han ido modificándose en cada tiempo y lugar, subyaciendo siempre el paradigma de interés por cuidar el entorno que rodea al hombre.

El mundo actual es protagonista de una crisis general, crisis que a no dudar genera adelantos y una nueva economía por aprovechar, pero produce un estado de incertidumbre respecto a la intensidad del cambio y sus posibles consecuencias.

Indudablemente, no habría cuestión ambiental alguna, si los recursos del Planeta fueren infinitos o si, en tal caso, no se dependiera de ellos para la subsistencia; lamentablemente no es esa la situación y es por ello que devienen los conflictos con el ambiente.

Se puede decir que nos hemos apropiado de la tierra y que nos creemos los amos absolutos de lo que se produce en ella. Disfrutamos de las montañas y de las llanuras, y los ríos son nuestros. Sembramos el grano, incluso transgenico, y plantamos los árboles. Fertilizamos la tierra, detenemos, dirigimos y corregimos el curso de los ríos. En resumidas cuentas, con nuestras manos nos atrevemos, mediante nuestras acciones en el mundo, a crear, por así decir, otra naturaleza.

Todo ello nos ha llevado a una situación peculiar: la explotación de estos recursos ha hecho que la naturaleza se viera cada vez más degradada y que en contraste con el bienestar que se pretendía conseguir se creara una situación de insatisfacción. La salud humana, la necesidad de gozar de la naturaleza, los recursos disponibles se ven afectados por el aumento de la degradación y hacen al hombre sentirse inquieto y en conflicto con su tendencia a la superación del nivel de calidad de vida que va adquiriendo. En consecuencia, el hombre se ha dado cuenta de la fragilidad del medio en el que vive, frente a sus actividades y nace un nuevo concepto en el esquema de valores del género humano: la protección y restauración del medio ambiente y el de ciudades medioambientalmente sostenibles.

En cuanto a esto último, todos sabemos que las ciudades no nacen de forma espontánea; es un producto humano, en cuyo origen late la aspiración de unos hombres y mujeres que pretendían un espacio en común de libertad, de desarrollo, de seguridad, de convivencia y de creatividad.

Las ciudades siempre han representado el “triunfo del hombre sobre la naturaleza” la ruptura de los estrechos vínculos y los compromisos que le une a ella y al medio ambiente. Representan la forma más concreta de la relación entre la sociedad y el medio ambiente. En todo el mundo, han pasado a convertirse en una especie de símbolo de crisis ambiental, ya que transforman recursos naturales valiosos en desechos y contaminantes.

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