lunes, 13 de octubre de 2008

La acedera: Una planta que absorbe metales pesados

Algunos científicos estudian el uso de organismos biólogicos para eliminar la toxicidad de los terrenos

La acedera se ha demostrado útil, pero de efecto lento.

Las investigaciones en la recuperación de suelos contaminados redescubren las bondades de la naturaleza. A pesar de las escasas y no siempre efectivas tecnologías tradicionales relacionadas con los procesos de regeneración, científicos de diversas áreas -química analítica, biología celular, ingeniería química y del medioambiente, así como zoología y dinámica celular animal- trabajan desde hace años en el estudio del tratamiento de los suelos con el desarrollo de tecnologías biológicas como la biorremediación o la fitorremediación, es decir, el uso de organismos biológicos o plantas verdes, respectivamente, para eliminar o reducir la toxicidad de los terrenos contaminados.

En este ámbito se mueve la licenciada en Biología Oiana Barrutia que acaba de publicar un importante estudio en esta materia. Oiana resuelve que la planta silvestre acedera (rumex acetosa) resulta «muy útil» para extraer metales pesados de suelos contaminados y recuperar los entornos degradados. Una técnica económica, no intrusiva, eficiente y amable con el medio ambiente pero, sin embargo, lenta.

El significativo tiempo que requiere la descontaminación de manera natural anima a la utilización de métodos físico-químicos convencionales, más agresivos pero más rápidos. A día de hoy la regeneración depende del tipo de sustancias nocivas y del grado de contaminación, pudiéndose aplicar in situ alguna de las técnicas de lavado químico que suponen la separación química y física de los contaminantes, o el excavado del suelo que es destinado en vertederos especializados.

Comestible

Durante los ocho últimos años el suelo minero de algún municipio del norte ha sido el campo de estudio de Oiana. Tras una fase preliminar, en la que se procedió a seleccionar las especies vegetales con un alto potencial para ser empleadas en técnicas fitotecnologías de recuperación de suelos con metales pesados, como el zinc, el plomo y el cadmio, se procedió al estudio detallado de la acedera.

Curiosamente esta planta silvestre es comestible y muy valorada por ser fuente de hierro y vitamina C, y un alimento especialmente interesante en caso de anemia. Posee también una capacidad especial para «la absorción y acumulación de los contaminantes en los tejidos de la superficie», técnica denominda fitoextracción.

Oiana destaca que la elevada capacidad de la acedera para adaptarse a condiciones ambientales muy diversas, el conocimiento de sus sistemas de cultivo y mantenimiento, y su elevada potencialidad para producir biomasa, permiten la recuperación de entornos metalíferos degradados.

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