Día Internacional de la Mujer Trabajadora: se necesitan medidas de conciliación e igualdad, que apoyen a la mujer madre y su maternidad

Día Internacional de la Mujer Trabajadora: se necesitan medidas de conciliación e igualdad, que apoyen a la mujer madre y su maternidad

Mañana domingo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, “una jornada que conmemora la lucha de la mujer por su participación, en igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona” comento la presidenta del Grupo de Ecología Científica y Calidad de Vida, Nelly Pérez Giráldez.

Las conclusiones que se pueden sacar de algunos estudios realizados en 2008, son que la crisis económica ha agravado en 12 puntos los despidos de mujeres por causa de maternidad, situándose en el 37%. Pero además, un 12% de mujeres no pueden acceder al mundo laboral por el mero hecho de estar embarazadas y además está el “mobbing maternal” en el trabajo. Las conclusiones del estudio “Mobbing maternal en España” indican que el perfil de las afectadas es el de una mujer joven de clase media, entre 25 y 30 años, con un contrato temporal principalmente, y estar embarazada o ser madre soltera con responsabilidades familiares, con bebés a su cargo menores de 1 año. En este sentido, el embarazo, la baja por maternidad, la reducción de jornada o el planteamiento de querer tener familia, repercute negativamente en la continuación del contrato laboral o bien dificulta el acceso al empleo. Además, 1 de cada 4 mujeres gestantes sufren violencia doméstica, especialmente durante el cuarto mes de su embarazo. Las conclusiones del estudio también señalan que el embarazo se ha convertido en un factor de riesgo, y la maternidad en un factor de desigualdad y exclusión social para la mujer madre, pasando a ser la maternidad un producto planificado de consumo o una “commodity”, un recurso escaso y caro, limitado a unos pocos. La consecuencia es que en nuestro país se tenga que importar maternidad con los procesos masivos de adopción, siendo el segundo país del mundo G-2 en adopciones internacionales, después de EE.UU. Otro dato a tener en cuenta son las consecuencias empresariales y económicas, por que en España estamos perdiendo talento femenino, ya que la “mujer madre” trabajadora aporta intangibles tan valiosos a la empresa como responsabilidad, productividad, madurez, creatividad y fidelidad. Por ello es necesario ser conscientes de que una capacitación completa de la mujer todavía suena como algo muy lejano para muchas mujeres de todo el mundo, sin embargo nosotros nos deshacemos de algunas cuando están embarazadas. Por ello, los gobiernos han de mantener o aumentar el nivel de compromiso y respetamos las promesas de movilizar las políticas y los instrumentos financieros necesarios, hasta que los derechos de cada mujer sean respetados y protegidos en todo el mundo. Además, es también necesario, que a la par se invierta en el futuro mediante la participación de los niños en el proceso de concienciación sobre la igualdad de sexos». Si seguimos tirando de los datos podemos ver como de los 27 estados miembros de la UE sólo en 5, sus jefes de estado o de gobierno son mujeres y que a pesar de que la recomendación europea es que haya más mujeres en los consejos de administración, su presencia es aún de sólo un 10%.

A estos datos le podemos unir que:

Que aproximadamente el 70% de los puestos directivos de las empresas europeas están cubiertos por hombres, que sólo el 3 % de los presidentes de las empresas más importantes de Europa son mujeres, que estadísticamente las mujeres en Europa cobran un 15% menos salario que los hombres por el mismo trabajo y que eso equivale a trabajar 54 días más al año, que las tasas de empleo eran inferiores para las mujeres en todos los Estados miembros: 56% frente a 71% en el segundo trimestre de 2005, que los trabajos a tiempo parcial están ocupados mayoritariamente por mujeres (De las mujeres ocupadas en Europa, el 32,6 % opta por un trabajo a tiempo parcial. Los Países Bajos son los países con mayor tasa de empleo a tiempo parcial entre mujeres, llegando éste a un 75 % de la población femenina ocupada). Sin embargo las mujeres son las que más estudian y además se doctoran: el 43 % de las mujeres que estudian una carrera en Europa obtienen el doctorado, pero sólo un 15% de mujeres son catedráticas en Europa, por lo que algunas se van a ala investigación, pocas, la mujer sólo constituye el 31,7% de los investigadores de la enseñanza superior de la UE, y no hablemos nada de conseguir premios en este coampo:

¿Sabías que Marie Curie fue, en 1903, la última mujer europea en ganar el Premio Nobel de Física?. ¿Sabías que volvió a repetir, ganando el Premio Nobel de Química en 1911 y que desde entonces, ninguna mujer europea lo ha ganado hasta ahora?

Ante estos datos, y en el contexto de una semana tan representativa como la del Día Internacional de la Mujer, la presidenta de GECMA, Nelly Pérez Giráldez, pide a las autoridades “soluciones y alternativas de apoyo reales para las mujeres madres trabajadoras, quienes quedan en soledad y desamparo ante esta situación de vulnerabilidad; los datos confirman que el mayor abuso que sufre la mujer es por el hecho de ser madre, y que sus hijos son el fruto, triunfo y tributo de su libertad” como muchas de ellas mismas reconocen. Es por ellos que se necesita poner en marcha medidas de conciliación e igualdad, que apoyen a la mujer madre y su maternidad, en el entorno laboral, social y personal. En concreto, poner en marcha un plan integral de apoyo que abarque la mujer madre, la maternidad y la infancia; salario maternal y baja remunerada de hasta 2 años; un objetivo social que complete el objetivo económico del Banco Central Europeo, con el fin de no castigar a las economías familiares más vulnerables en épocas de crisis; repartir entre las familias con más dificultad al menos un 10% de los mas de 1,5 millones de pisos en stock que embargará el sistema bancario español hasta la fecha y que por otra parte ha recibido ayuda del Estado; y que las empresas dediquen el 0.7% de su producción a apoyar con productos maternales y de infancia a las economías familiares más débiles; entre otras medidas.